2. Love lenguage

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1. Palabras de afirmación

De los dos, era Marc quien se desenvolvía con las palabras, siempre reconfortaba a Frenkie cuando algo iba mal, era quien desde jóvenes le dedicaba palabras de orgullo y amor. Fue el primero en confesarse y pedirle una cita.

Debía admitir que ante los demás, el alemán era alguien tímido y de pocas palabras, pero con él. Cada noche juntos, le bajaba las estrellas y la luna, cada mañana, lo alababa como si Frenkie fuese su dios y su religión.

Fue Marc quien motivó al neerlandés a perseguir sus sueños y salir de Holanda en busca de nuevas oportunidades.

Era Marc el primero en felicitarlo y alabarlo después de cada partido, incluso cuando no hayan tenido los resultados esperados, siempre era el primero que se disculpaba cuando peleaban.

Desde niños era el que siempre sabía que decir en todo momento, Frenkie había perdido la cuenta de todas ese veces, pero si alguien le preguntaba su momento favorito diría sin pensar que fue cuando dijeron los votos el día de su boda.

Lo recuerda como si hubiese sido hace tan solo un día y no como si ya hubiesen pasado 10 años.

Ese día ambo sentían el corazón en la garganta, impidiéndoles poder hablar correctamente. Marc tomo la iniciativa de empezar a decir los votos.

"Es realmente difícil poder explicar lo qué hay en mi corazón. Realmente no preparé un discurso porque en todo este tiempo no supe ni siquiera como comenzar que preferí dejar que mis sentimientos hablaran por mi.

Nuestra historia no ha sido fácil, pero los momentos a tu lado han sido los más hermosos, que ahora simplemente no puedo imaginar una vida sin ti a mi lado. Cuando la lluvia caiga sobre tu rostro, y el mundo entero este en tu contra, yo podría ofrecerte un cálido abrazo. Para hacerte sentir mi amor.

Cuando las sombras de la noche y las estrellas aparezcan, y no haya nadie ahí para secar tus lagrimas, yo podría abrazarte por un millón de años"

Frenkie para ese punto estaba llorando como un niño pequeño, su corazón consolado por las palabras del alemán. Su mano fue sostenido con delicadeza y cariño.

"Tú mano encaja con la mía, como si hubiese sido hecha solo para mi. Sé que nunca has amado las arrugas que se hace en tus ojos cuando sonríes, pero yo las amare sin cesar, porque cariño, nunca te amaras ni la mitad de lo que yo te amo"

Su discurso a comparación no fue ni la mitad de bueno y conmovedor. Marc cree que no se daba cuenta, pero cada cosa que dijo esa vez lo ha cumplido.

2. Tiempo de calidad

Si algo tenían en común era que ambos amaban pasar tiempo juntos –que era casi todo el tiempo–, en los entrenamientos, en los partidos, en los viajes que hacían con el equipo, en las vacaciones, en navidad.

Y aunque muchas veces lo compartían con sus amigos y su familia. Los momentos que más amaban era cuando solo estaban los dos solos.

Disfrutando de la playa, de un paseo por alguno de sus países natales. E incluso en sus momentos más íntimos, ambos los disfrutaban como niños en un parque.

Marc está convencido, que los momentos donde ambos están lejos, sus corazones se extrañan y sus almas se anhelan con una fuerza impresionante.

Cuando eran niños –en ese tiempo eran aun vecinos–, y algo no iba bien tenían un acuerdo mutuo de salir a la calle y sentarse en la banqueta.

El otro, lo acompañaría en su mal momento, sin decir algo y sin la necesidad de demostrar algo. Solo reconfortándose con la compañía del otro.

Desde entonces ese acuerdo mutuo se ha mantenido. Cuando Marc tiene un mal momento en algún partido, solo le basta la cálida compañía de su esposo a su lado para saber que todo irá bien.

Cuando Frenkie se lesionaba, solo necesitaba la compañía del mayor a su lado en todo el proceso de sanación. Eso ha hecho que su relación durara tanto tiempo.

Sus almas se complementan como el yin y el yang.

3. Actos de servicio

Hablar de esto es complicado para Frenkie, sin duda nunca se ha detenido a pensar en eso.

Ambos se complementaban tan bien, cada uno siendo bueno en diferentes aspectos que nunca lo considero como un favor.

Marc era bueno en la cocina, amaba siempre estar demostrando sus dotes artísticos, y cuando estaban en tiempos libres era él quien cocinaba.

En cambio, Frenkie era el que se encargaba de mantener todo en orden y limpio. Y cuando llegaban agotados de un entrenamiento pesado, se limitaban a comer fuera.

Cuando llego Ben a sus vidas, los turnos pesados de noche se dividan entre los dos o ambos se despertaban para atenderlo.

Ninguno estaba seguro de ser su lenguaje.

4. Regalos.

Marc se consideraba alguien detallista, y no podían culparlo, estaba locamente enamorado de su esposo. A donde fuera siempre estaba pensando en Frenkie.

Sabía que el neerlandés no era materialista, y era feliz incluso si el regalo era pequeño. Pero Marc sabía que amaba cada det alle que le daba, por más pequeño e insignificante que fuera.

Un abrazo, un beso, un café, flores o hasta grandes regalos.

Marc caminaba por las calles animadas de Madrid en compañía de Robert. Xavi les había dado libre la noche antes del juego, por lo que ambos había decidido salir y buscar algo con que entretenerse.

Ni Frenkie ni Pablo habían podido ir por el embrazo avanzado de ambos jugadores. Marc estaba emocionado, pero cada vez que pensaba en tener a su hijo en sus brazos, sentía un peso denso en su pecho.

Se detuvo en la vitrina de una joyería, su atención fue a dar a una cadena de oro y a su lado una pulsera más pequeña. Era el regalo perfecto para cuando su hijo naciera.

Sin pensarlo se metió a la tienda.

—Hola, buenas tardes. ¿Puedo ayudarlo en algo?

—Hola, vi un juego de una cadena y una pulsera de oro en la vitrina. —Señaló el juego.

—Claro —La empleado lo sacó del exhibido —Este suele ser el regalo perfecto para regalar a su esposa embarazada. La cada suele ser para ella y la pulsera para el bebé.

—Es hombre, mi esposo está embarazado y pronto dará a luz. —Murmuró, aclarando de forma brusca la equivocación. Notando las mejillas de la chica sonrojarse.

—No importa si es hombre o mujer, el regalo sigue cumpliendo su función. —Intentó arreglar la situación. Marc y Robert se voltearon a ver con cierta irritación.

Al final, Marc terminó comprándolo. Después de todo, era un regalo para Frenkie, y él valía cada regalo.

5. Contacto físico

Frenkie era el que menos lenguajes de amor tenía, era cierto, le costaba expresar su amor a través de palabras, o detalles, pero para Marc aquello perdía todo significado cuando lo conocías de verdad.

Desde niños era Frenkie el que siempre saltaba a sus brazos. Buscando el contacto físico, una caricia, un mimo o incluso algún toque.

Para diversión de todos su amigos. Ellos se complementaban perfectamente, una balanza. Marc podía demostrar su amor por muchos formas, menos por contacto, Frenkie podía pasarse pegado como chicle a su esposo de mañana a noche.

En la última Champions League, mucho antes de Frenkie trasladarse al Barcelona. Cuando lo ganaron, el neerlandés saltó a los brazos de su esposo, besándolo con pasión.

Cada uno tenía su propio lenguaje para demostrar su amor y cariño. Al final del día, eso era lo que realmente importaba. Ambos fueron descubriendo eso a lo largo de los años, entre malentendidos y peleas.

Entre sábanas y rosas | MarcfrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora