Una pasada de día

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Ana

Nunca me voy a olvidar la despedida que me dio mi familia en el aeropuerto, llegué a pensar que me haría para atrás y no lograría irme de México porque te mentiría si digo que no amo mi país comenzando porque aquí ''tengo todo'', aquí está mi familia, mis amigos y sin olvidar los taquitos al pastor que tanto me encantan.

En Ciudad de México hay muchas oportunidades en el ámbito de trabajo en el que me encuentro, sin embargo, no es nada en comparación con las diferentes opciones que me da Madrid.

Todos en mi familia esperaban que apenas termine la universidad me case, pero para serles sincera apenas tengo 21 años y en mi forma de pensar estoy en la edad dónde debes atreverte a cumplir tus sueños porque si no lo haces ahora, entonces cuándo lo harás.

Los Pérez somos lo que se puede llamar unas de las familias más adineradas de México y somos muy conocidos gracias a nuestras fábricas de tequila y están ubicadas en todo el país. Sin dejar atrás que, mi primo Sergio es piloto del toro en la fórmula 1 (pero nunca le he prestado mucha atención a eso).

Es verdad, se puede decir que lo tenía todo, pero mi único objetivo siempre ha sido llegar lejos por mis propios medios.

Por esa razón, me encuentro en Europa para ser exactos en la capital de España, pero estoy perdida desde hace como 1 hora y no sé si el metro que dice Gran Vía me llevará a casa.

Por esa razón, me encuentro en Europa para ser exactos en la capital de España, pero estoy perdida desde hace como 1 hora y no sé si el metro que dice Gran Vía me llevará a casa

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Carlos

Después de más de 6 meses fuera del país puedo decir que regreso a mi hermosa España, como español se siente increíble volver a tu tierra para reencontrarte con tu familia, amigos y sobre todo volver a comer el jamón ibérico, se me hace agua la boca sólo de pensarlo.

Hace tres horas acabo de aterrizar y ya me encuentro manejando mi 812 Competizione (es lo único que no dejo de hacer ni en vacaciones) porque correr para mí es más que un deporte, es mi vida.

Vale, aquí va mi historia, soy piloto de una de las escuderías más reconocidas al nivel mundial con decirles que conozco a miles de personas al rededor del mundo que son mis fans, tengo entendido que hacen hasta libros sobre mí.

Pero, de todas mis fans no he conocido ninguna chica que ponga mi mundo de cabeza y que lo diera todo por ella hasta mis horas de prácticas que son sagradas.

Miré el reloj y marcaba 8 de la noche en punto, era temprano todavía para la vida bohemia de los jóvenes españoles, yo no me consideraba viejo, pero ya estaba en mis 31 y para ser honesto mis días de locura no habían acabado.

De repente, vi una chica a lo lejos que me sacó de mis pensamientos e hizo que provocara un accidente con el carro de adelante.

—¿Chaval, pero qué mierda te pasa?—dijo el conductor accidentado.

—Lo siento, me distraje un momento—respondí tratando de calmarlo.

—Pudiste haber provocado tu propia muerte a la velocidad que ibas.

—Sólo dime cuánto quieres y se arregla todo.

—Estás liado, chaval

—Son 2.500 €—le di el dinero para que desapareciese de mi vista y sin querer al levantar la mirada me topé con unos impresionantes ojos verdes esmeraldas.

Ella llamaba mi atención dentro de tanta gente en la ciudad, llevaba puesto una top larga negra, una falda que debaja ver sus largas piernas con unos tenis blancos y su pelo rubio suelto.

—Guapa, ¿Te puedo ayudar en algo?—le pregunté, sin embargo, no contestó y siguió su camino como si nunca le hubiese hablado— Hello—volví a decir ahora en inglés.

Non parlo spagnolo (No hablo español)—me dijo en un perfecto italiano.

Parlo anche italiano (Yo también hablo italiano)—le dije, pero no le importó y siguió su camino, entonces entendí que no debía insistir.

Continué conduciendo hasta que vi por los retrovisores una luz parpadeante que venía detrás de mí, era aquella tía de hace un momento que estaba corriendo para alcanzarme (yo sólo sonreí).

—Vale te pregunto de nuevo ¿Te puedo ayudar en algo?—le pregunté riéndome.

—No te rías que aunque no lo creas corrí cómo mil kilómetros para alcanzarte. Por otro lado, me puedes llevar a casa porque estoy perdida—dijo con un poco de recelo.

—Lo siento no hablo con desconocidas que me persiguen en las noches.

—¿Puedes dejar de ser un cretino?

—Sólo porque veo que no eres de por aquí, ¿A dónde te diriges?

Sacó un papel rosado y leyó—Barrio de Salamanca, zona Goya.

—¡En buena hora! ¡He auxiliado a una pringada!

—¿Qué? ¿Por qué lo dices?

—Barrio de Salamanca es el lujo de Madrid.

—¿De verdad?

—Si

—¿Me vas a llevar o qué?

—¿Qué gano con llevarte?

—Nada

—Bueno... entonces no te llevaré

— Ya está bien ¿Qué quieres?

—Tu número

—Ok, mi número es 3

—Noo me refiero a tu teléfono

—No tengo SIM

—Vale...te creo, sube al coche—le dije abriendo la puerta del copiloto.

—¡Órale, vámonos!—dijo la cayetana.

Ninguno de los dos imaginábamos la magnitud de lo que iba a suceder en los siguientes meses, realmente nuestras vidas irían más rápido que un monoplaza de fórmula 1.

Hot girls watch F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora