Ahora me toca a mi

165 13 0
                                    

Ana

Corrí hacia la oficina de mi padre para intentar detener la tercera guerra mundial.

Toqué la puerta y respondió mi padre—¡Adelante!

No podía negar que estaba temblando de miedo, no sabía en qué momento Carlos pensó que era buena idea venir a mi casa y salir ileso.

Cuando entré vi que todo iba bien o eso parecía, mi padre comenzó—Ya hablé con el señor aquí presente y quiero que esto acabe de una vez por todas.

—Padre...

—Déjame terminar de hablar, tu jueguito está dañando mi negocio, nuestro apellido y la carrera de tu primo. Por esa razón, quiero que lo hagan público si van a estar juntos, pero no jodan mis asuntos porque si siguen así no respondo.

Salí de ahí porque parecía que el aire no me era suficiente, fui con una idea y salí confirmando que mi padre no me quiere.

Me puse a llorar de la rabia y las iras que sentía dentro de mí hasta que, Carlos dijo—¿Por qué lloras, rookie?

—No soporto la idea de que todos me utilizan.

—¿Cómo?

—Para mi padre sólo soy un llavero para fingir la bella familia en la foto y para ti ni siquiera sé que soy.

—Creo que, esto responderá tus dudas—me enseñó dos boletos de avión con destino a Madrid.

—Pero...

—Los conseguí con ayuda de Checo, ya que, tu padre nos dijo hagan los que quieran, pero no intervengan en mis asuntos.

—Carlos, no tengo palabras—le dije abrazándolo de emoción porque volvería a cumplir mis sueños que dejé a medias.

El vuelo fue muy tranquilo y ahora nos encontrábamos en el tráfico de la Gran Vía esperando llegar al departamento de Carlos porque no tenía donde quedarme, ya que, me vendieron todo cuando me fui.

—Siente como en casa—mencionó Carlos en mi oído apenas llegamos.

El lugar era gigante rodeado de vidrios que dejan ver las maravillas del centro de Madrid. Continué recorriendo y me di cuenta de que Carlos era un hombre de colores neutros y minimalistas que buscaba tanto la comodidad como la elegancia—¿Qué pasó? ¿Te quedaste congelada?

—Es todo muy...cómo dicen ustedes "guay"

—Me alegro de que te guste, ahora vamos a comer—yo asentí.

Parecía que todo ya lo había preparado antes, la mesa estaba llena de rosas rojas, velas, vino y los platos tenían pasta con albóndigas—¿Sabes cocinar?

—Si, pero no se lo cuentes a nadie—mencionó mientras basaba mi cabeza.

—¿Te ayudo?

—No señorita usted sólo disfruté—hice lo que ordenó.

Todo parecía un sueño, pero no sabía cuánto iba a durar aquello.

Sentí que me tomó una foto a mis espaldas—¿Y esa foto?—pregunté.

—Ya verás—respondió.

Esa noche la pasamos increíble comiendo, conversando y compartiendo nuestras vivencias. Tanto así que, no me había dado cuenta de cuando nos habíamos dormido en la sala hasta que vi los rayos del sol en mi rostro.

—¿Ya se despertó la señorita?—preguntó Carlos dejando pequeños besos alrededor de mi cabello.

Yo asentí—¿Qué te parece si vas a ducharte mientras hago el desayuno?

—¿Qué harás?

—Pancakes—terminó de decir cuando le planté un beso en sus labios.

Salimos de la casa y me dejó en el instituto de teatro que ahora le pertenecía a él.

Al entrar todas mis compañeras me saludaron y preguntaron por la noticia en tendencia "La nueva novia de Carlos Sainz"

—Tía la vida con él ha de ser una pasada.

—Algunas veces.

—Con ese tío has de ver las estrellas.

—Si aunque a veces el infierno.

No falto una curiosa que preguntó—¿Y en la cama?

Gracias al cielo el profesor interrumpió porque no sabía cómo responder esa pregunta.

—Chicos tengo que socializar el nuevo proyecto de fin de curso. Haremos un cortometraje basado en "Secretos de Universidad" libro escrito por Gabriela Quinaluisa.

Un chico comenzó a preguntar—¿Cuándo empiezan las convocatorias?

—Desde la próxima semana.

—¿Quiénes se inscribirán?

Yo quería hacerlo, pero no me sentía preparada todavía—¿Por qué no te apuntas?

—No sé si pueda hacerlo bien.

—Pero que dices tía, tú eres una estrella.

—Bueno...me apunto—lo hice porque era la única manera mostrarle a Carlos que, no sólo él podía ser bueno en su profesión.

Ahora me toca a mi.

Hot girls watch F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora