Capítulo II

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Charles sintió cierto alivio mientras le estrechaba la mano a su viejo amigo. Max Verstappen era de esos hombres con los que podía contar en tiempos de crisis, pues sus ojos azules jamás reflejaban preocupación.

–Siento mucho no haber podido irme contigo a hacer snowboard al Kilimanjaro, pero a Mick le parecio una locura–Se disculpó (No me pregunten por que pero me gusta la pareja de mick con max, no me lo imagino con alguien mas, ademas de nuestro hermoso pecoso)

El comentario hizo reir a Charles.
–Ese es el problema de estar casado, que tienes que vivir con alguien que realmnete se preocupe por ti.
–Sí, y que tienes que dejar de tirarte desde lo alto de las montañas–Contestó Max sonriente–¿Y tú cuando te vas a casar?
–Nunca, o cuando encuentre al hombre adecuado, lo que ocurra primero.

Solían hacerle esa pregunta a menudo.
–Desde luego, nadie puede decir que no estés intentando conocer a todos los hombres del mundo, por que te acuestas con todos los que se te ponen por delante.
–Me limito a cumplir con mis deberes reales.

-Hablando en serio ¿No te sientes presionado? Deberías tener un heredero para el trono de Mónaco ¿No?
–Intento no pensar en ello y, además los monegascos vivimos más de cien años y mi papá apenas tiene sesenta.
–Debe ser por la leche de cabra ¿Eh?
–Ya sabes que la alimentación es la base de la salud.

Aquello los hizo reír a ambos, pero Charles se dio cuenta de que su amigo se reía de manera un tanto forzada ¿Por qué la gente que se había casado intentaba convencer a los demás de que lo hicieran a pesar de que no eran completamente felices?

–Supongo que habras venido para que hablemos de Herve Desings–Le dijo Max haciendole un gesto para que se sentara.
–Asi es–Contestó Charles tomando asiento–Necesito que me asesores. me temo que la situación economica de la empresa es peor de lo que yo imaginaba.
–¿Por qué lo dices?–Le preguntó Max poniendose serio.

–Antes de que yo me hiciera cargo de la empresa hace un año, la llevaba Kimi un viejo amigo de mi padre. Es un buen hombre pero los beneficios de la ventas se fueron a la mierda durante su gestión–Le explico Charles–El año pasado incluso tuvimos perdidas.

–¿Cómo? confieso que las marcas de lujo no son mi especialidad, pero Herve Desings tiene algunas de las mejores marcas del mundo. Los coches Ferrari, las joyas bugaretti, el champán Le verge, las maletas Carrige Leathers... por cierto, le regalé una a mi esposo el año pasado y casi me arruino–Recordo riendose–¿Cómo es posible que perdieran dinero?
Charles se echó hacía adelante.

–Es cierto que las empresas que conforman la multinacional tienen buena fama desdé que se fundo la empresa en 1920, pero se han acladas en aquella época. No han cambiado, los métodos de producción estan obsoletos, no son eficaces y no se han hecho ningun esfuerzo por atraer nuevos clientes. Hoy en día hay muchas personas que se dedican a diseñar joyas, bodegas que hacen buenos vinos y la mayoria de ellos tienen mejores canales de distribución que los nuestros. Quiero darle la vuelta a mis empresas y que comiencen a operar de verdad, además quiero llegar a un público más joven.

–Entonces te vendria bien cambiar los nombres, como ha hecho Burberry y Mini Cooper.
–Exacto.
–Bueno, tú eso ya lo estas haciendo con Mónaco.
Charles se sintio orgulloso.

–Es cierto hace diez años, mi país no tenía turismo, nadie lo visitaba y pocas empresas se interesaban en él.
–Pero ahora tienen hoteles, tiendas de lujo y restaurantes para que los turistas dejen el dinero, incluso tienen el mejor Gran Premio de Formula 1–Apunto Max–Y esó lo a conseguido tu familia y quien más ha trabajado en eso eres tú.

–La verdad es que mi secretario, Sergio, tambien ha tenido mucho que ver–Contestó Charles-Es un maestro de la organización.
–Tienes suerte de que trabaje para ti.
–Lo sé-Contesto Charles apretando los puños al pensar que Sergio lo quería abandonar-Quiero que Hérve Desing dé dividendos para los accionistas.

Un príncipe en la ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora