Charles Leclerc príncipe heredero, empresario millonario y soltero viajero, necesitaba que su secretario Sergio Pérez, le organizará la vida, y él lo hacía con facilidad desde su despacho.
Por eso cuando Sergio anunció que se iba, Charles recurrió a su mejor arma:La seducción.
Lo encandiló con joyas y flores en su palacio bañado por el sol y le regaló placeres sensuales que hicieron las delicias de Sergio.
Pero cuando terminaron las dos semanas de aviso, Charles descubrió que su plan había fallado: Se había enamorado de un hombre que nunca se casaría con él.