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Había sido un día largo y agotador para Sunghoon, quien se encontraba de camino a casa después de cuidar a su madre en el hospital. Anhelaba llegar a casa y sumergirse entre sus cómodas y acogedoras sábanas. Sin embargo, el universo no parecía estar de su lado y su camino se vio obstaculizado por patrullas de oficiales y las luces parpadeantes de una ambulancia. Suspiró, sabiendo que ahora tardaría aún más en llegar a casa. Decidió acercarse a uno de los oficiales para preguntar si podría pasar por allí, pero la respuesta fue negativa. La calle había sido destrozada por un camión imprudente que se había estrellado contra una camioneta roja y una motocicleta, ahora debía ser clausurada para su reconstrucción y un Sunghoon cansado tendría que caminar.


Genial, no hay nada mejor que tomar el camino más largo, oscuro, solitario y peligroso posible donde podrías gritar por ayuda y nadie te oiría.

¡Gracias universo!

[★]

Caminaba a pasos lentos por las frías y solitarias calles desiertas. No le sorprendía que la calle estuviera tan solitaria, desde hace mucho tiempo corrían los rumores de que el valle que se encontraba al costado de la calle era muy peligroso. Incluso recordaba que el año pasado habían muchas demandas por que a unos adolescentes idiotas se les dio la increíble idea de adentrarse al valle.

¿Y qué sucedió?

Jamás volvieron a sus hogares y los policías son tan maricas que no se atrevieron a entrar en el valle en busca de ellos, así que los dieron por muertos, nadie jamás volvió a saber de ellos y a nadie parecía importarles.

Muchos decían que el valle estaba maldito, otros decían que una deidad dormía eternamente en el, otros decían que habitaban duendes malignos que podían asesinarte con solo mirarte a los ojos.

Ja. Estupideces, pensó Sunghoon.

Para él, todo eso era un invento del gobierno para ocultar alguna de sus desgracias.

¿Qué es eso de que el valle está maldito?

Por Dios. Que absurdo.

Su mirada se detuvo en las enormes rejas oxidadas, sobre las cuales se leían las palabras, "Welcome to Valley Of Lies". No sabía explicar exactamente por qué, pero algo en ese lugar lo inquietaba profundamente, tal vez sea el hecho de que hayan escrito eso en inglés cuando podían muy fácilmente escribirlo en coreano o . . . Seguramente era el frío del ambiente. Observó detenidamente las esculturas de duendes que adornaban los costados de las rejas. A su alrededor, numerosos carteles oxidados colgaban advirtiendo con señales ominosas:

"Prohibido el paso"

"Si ves a alguien dentro del valle, evita mirarlo a los ojos y NO le hables".

𝗡𝗜𝗡𝗘 𝗪𝗢𝗡𝗗𝗘𝗥𝘀.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora