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ESA MIRADA logró hipnotizarme, y pronto comenzaba a sentirme como en el pasado...

Con estos deseos impuros, estos deseos fuera de mi humanidad. Mi enfermedad comenzaba a esparcirse por mi cuerpo hasta mi mente, y no podía permitir que esa idea inhumana llegara hasta mi subconsciente, de ser así, mi título como exorcista se iría a la basura como todo lo que he hecho por conseguirlo..

Mis ojos comenzaron a examinarlo por completo. Desde su cabello liso verde hasta sus finos labios rojizos, en mi pecho se instaló una semavion jamás antes vista, como una especie de ansiedad al tenerlo cerca, como si su respiración, que ahora estaba a centímetros de la mía, me dejara sin movilidad alguna.

Comencé a tener ganas de pecar nuevamente.

Tenía miedo, no lo podía negar.

-¿Crees que te tengo miedo?-pero de mis labios surgió otra cosa.

Zoro echó una risa grave que logró estremecerme completamente.

-Claro que tienes miedo... Me tienes miedo.

-El miedo...-me fui acercando a él, haciéndolo retroceder-, se le otorga a aquello que te asusta, no a lo que te atrae... ¿Y tú, Zoro, a qué le temes? No tengas miedo... Yo puedo ser muy confiable.

Sonreí ladino, notando que el más alto se pudo nervioso, algo le sucedía a su rostro y no era disgusto, era un rostro mucho más afectuoso que eso, tenía una pequeña sonrisa en sus labios y el pecho le ondeaba fuerte. Sentí los impulsos de mi interior envenenado y tuve que levantar un poco mi cabeza para verlo bien, era por lo menos unos diez centímetros más alto que yo. Negué internamente y levanté mi mano hasta su pecho, dando después un fuerte golpe que logró alejarlo por completo de mi persona.

-Alejate de mi, no es una advertencia, es una amenaza.

Me di la vuelta, sin esperar una respuesta de su parte. Pude notar que se quedó ahí, quieto, petrificado. Subí al barco otra vez por aquella escalera mal hecha y me dirigí hasta mi bolso, dónde tenía una biblia muy antigua, una versión no antes contada. Comencé a leer:

Colosenses 3:5

⁵Por lo tanto, den muerte a los miembros de su cuerpo que están en la tierra en lo que tiene que ver con la inmoralidad sexual-la impureza-la pasión sexual descontrolada, los malos deseos y la codicia, que es idolatría.

-Da muerte a todos tus malos deseos; no tengas relaciones prohibidas, domina tus malos deseos... Amén.-me perciné, sintiéndome-no mejor-, pero de alguna forma un poco más puro.

Suspiré profundo, olvidando mis pensamientos inhumanos y volviendo a mi realidad- mi única realidad-, en la que amo a Dios y me amo a mi y a la forma en la que me creó, atraves del amor de una madre y un padre.

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-Haruki, ¿Tus deseos impuros son más fuertes que antes?

-Si, padre, lo son.

-¡Has que los demonios en tu interior mueran en el exterior, libérate de ese mal que te dejó el hijo del diablo, olvida su nombre, su vil nombre, y has lo que Dios todo poderoso te envío, vive con la normalidad del hombre y la fé de la mujer, Haruki Yamada!

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I Fucking Love You (Zoro X Male Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora