𝙎𝙩𝙚𝙖𝙡 𝙏𝙝𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙬 ━━𝘝𝘪𝘯𝘴𝘮𝘰𝘬𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘫𝘪

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     Habían logrado capturar nuevamente a Nami, la más bajita lo sabía por los gritos que había soltado cuando le dejaron frente a Buggy, pero no pudo verla ya que su cuerpo se había paralizado ante la idea de que ya no tendrían a nadie en el exterior para ayudarlos, porque estaba segura que la navegante regresaría por ellos, ¿cierto?.

     —Por favor, asegúrense de que los invitados estén incómodos en el camerino—ordenó el payaso a sus secuaces que tomaron a Zoro y a Nami llevándoselos, Luffy intentó seguirlos pero bloquearon su camino—. Y preparen a mi nueva bailarina.

     Buggy enredó su dedo en un mechón del cabello de Sina, jugando, antes de que una mujer de su tripulación tomara con fuerza sus brazos para llevarla al camerino, al ingresar la chica abrió lo ojos con terror observando como Zoro estaba atado de manos y pies a una rueda gigante, a su lado Nami se encontraba encerrada en una jaula, ambos la miraron.

     Sina estuvo en shock un momento, pero logró recuperarse buscando desesperadamente algo para ayudar a sus amigos mientras la secuaz de Buggy buscaba lo que se pondría, sobre el tocador había un abrecartas que tal vez serviría, unas medias fueron arrojadas a su rostro.

     —Apresúrate linda.

     La bajita tembló cuando la mujer la miraba atentamente con los brazos cruzados, esperando, comprendió que debía cambiarse frente a ella, sabiendo que no tenía alternativa, comenzó a quitarse las botas, la falda y la blusa asegurándose de colocar todo sobre la silla frente al tocador de su interés, se sentía vulnerable, el que Nami y Zoro estuvieran detrás suya, era vergonzoso.

     Después de ponerse las medias la desconocida tiró de su brazo para ponerle el traje morado y ajustarle el corsé, se sentó sobre su ropa para atar las cintas de las zapatillas a sus tobillos, le dejaron el cabello suelto con una media cola adornada y maquillaron su rostro con algunos brillos y dos líneas verticales que iban desde las comisuras de sus labios hasta su barbilla, idéntica a una muñeca de ventrílocuo.

     Estaba lista para levantarse cuando la mujer la obligó a tomar asiento nuevamente, tenía a Sina acorralada entre la silla y su propio cuerpo, invadiendo su espacio.

     —Que bueno que te vas a quedar, muñeca—ronroneó en la cara de la menor, burlándose por su maquillaje.

     Comenzó a manosear el cuerpo de Sina, deteniéndose para apretar sus muslos, la bailarina temblaba, más no era de miedo, sentía asco y estaba comenzando a enojarse cada vez más.

     Intentó alejarla por las buenas, su pecho subía y bajaba tratando de disipar la horrible presión, la mujer sujetó su rostro con fuerza girándolo para tener acceso al pálido cuello de Sina, los cristalizados orbes violetas alteraron a los prisioneros allí, Zoro comenzó a removerse desesperado por liberarse y Nami golpeaba los barrotes de su jaula, ambos gritaban para que no le hicieran nada a la de cabello lila.

     —¿¡Dónde está mi bailarina!?—se escuchó el grito histérico de Buggy.

     Pronto otro de los payasos de Buggy apareció por la puerta, encontrándose con aquella escena, suspirando irritado ya que sabría que el capitán no les tendría piedad si se atrasaban.

     —¿Qué estás haciendo? El jefe la quiere ya—regañó el hombre.

     La mujer sin soltar su brusco agarre en la cabeza de la bailarina se giró molesta.

     —¿No me puedes dejar en paz unos minutos?—dijo la mujer ya harta.

     Aprovechando la distracción Sina estiró su brazo izquierdo tomando el abrecartas y con un florero golpeó la cabeza de la mujer quitándosela de encima, los pedazos de cristal se esparcieron por el piso y sobre su cuerpo, se levantó guardando el objeto en su traje tratando de ser lo más sigilosa posible y pateó con furia el estómago de la desconocida sacándole el aire, retrocedió un poco para tomar impulso volviendo a estrellar su pie contra, ahora, su rostro.