𝙎𝙩𝙚𝙖𝙡 𝙏𝙝𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙬 ━━𝘝𝘪𝘯𝘴𝘮𝘰𝘬𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘫𝘪

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     Ya había amanecido en Shells Town y la manera de despertar de los chicos en aquella barca fue completamente distinta a cuando cayeron dormidos, Sina estaba con la mitad de su cuerpo sobre Koby, que seguía en la misma posición que anoche abrazándola tranquilamente, y Luffy...nadie supo en qué momento sus pies pasaron de estar dentro del bote a colgar fuera de este utilizando la pierna de la joven de cabello lila como almohada, que bonita amistad ¿No?.

     Después de desayunar un poco antes de que no les diera un yeyo, Koby se quedó cuidando el bote mientras Luffy y Sina se arrastraban por el desagüe para ingresar furtivamente a la base de la marina para conseguir el dichoso mapa de la Grand Line. 

    Recorrieron las alcantarillas por un buen rato ¿Sina sabía a dónde ir?...pues no, solo seguía a Luffy rezando para que no se perdieran. 

     Pronto encontraron una trampilla sobre sus cabezas por la que se colaba la luz del sol, el chico volteó a mirarla con su típica sonrisa, esta asintió con determinación y juntos comenzaron a hacer fuerza para quitar el metal y poder salir de ahí, después de una pequeña discusión sobre quién saldría primero, Luffy entrelazó sus dedos para que Sina pudiera poner su pie y asistirla a subir, ella se impulsó con sus manos escapando de la alcantarilla para tirar al chico fuera de esta, ambos se sacudieron un poco la ropa viendo a sus alrededores, encontrándose con el tipo del bar atado mirándolos como si quisiera molerlos a golpes.

     —Oh, ¡Hola! Eres el tipo del bar—saludó Luffy.

     —Piérdanse—gruñó el desconocido.

     —De hecho..lo estamos—informó la chica riéndose de la miseria.

     No importaba cuanto hablaran, el tipo los ignoraba observando la arena como si fuera lo más interesante del mundo.

     —Oye, te hemos visto luchar, ¿Cómo pudieron arrestarte?—curioseo el de sombrero de paja.

     —No lo hicieron. Me he entregado.

     Que vueltas da la vida, pensó la chica mientras observaba a su alrededor alerta.

     —Que interesante decisión. Seguro tuviste tus motivos—dijo el ruloso comprensivo.

     —No saben nada sobre mi—escupió con mirándolos con seriedad.

     —Sabemos que protegiste a esa niña de los marines anoche—Luffy se acercó más al chico de cabello verde—. Eres de los buenos.

     —Soy Roronoa Zoro, cazador de piratas.

     Sina lo miró sorprendida, ¿Y Alvida creía que iba a poder con ese tipo? Le faltaban tornillos.

     La chica se aventuró un poco por aquel patio, procurando no alejarse mucho mientras daba pequeños giros al rededor aprovechando el amplio espacio, podía oír con claridad los intentos de Luffy para convencer al señor Zoro de unirse a su tripulación, un tanto irónico, un pirata pidiéndole a un cazador de piratas ser parte de su grupo.

     —Mato a los tuyos por dinero—volvió a hablarle para que el chico dejara de insistirle—. Cazador de piratas.

     —Repites eso, pero...¿eso es todo lo que eres?—Zoro desvió la mirada ante las palabras de Luffy—. ¿Eso es todo lo quieres?

     Uy, golpe bajo.

     Zoro se quedó callado pensando el lo que el chico acababa de decirle.

     —Le hice una promesa a alguien hace mucho tiempo—contestó suavizando la mirada, un poco nostálgico—. Ser el mejor espadachín del mundo.