𝙎𝙩𝙚𝙖𝙡 𝙏𝙝𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙬 ━━𝘝𝘪𝘯𝘴𝘮𝘰𝘬𝘦 𝘚𝘢𝘯𝘫𝘪

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     —Necesitaré esas recetas por escrito—Nojiko se paró frente a Sanji extendiéndole su plato para repetir—. Deberías escribir un libro de cocina.

     —Un artista nunca revela sus...secretos—su voz fue disminuyendo al enfocar su vista en la escena a espaldas de la hermana de Nami.

     Sina correteaba de aquí para allá junto a los niños de la aldea que jugaban con las baritas de bengala conocidas como "estrellitas" haciendo formas en el aire, tenía a una pequeña enganchada sobre su espalda que soltaba chillidos de alegría cuando la bailarina se ponía a dar vueltas, su largo cabello lila flotaba en el aire, una boba sonrisa se instaló en su rostro, se estaba robando el show...y como le encantaba verlo.

     —¡Diablos! Caíste y de cara—se burlaba la mujer de cabello azul tomando su plato con más comida para irse soltando unas risas.

     Cuando terminó su discusión con Zoro y le sirvió otro plato a un aldeano, notó como la bailarina se acercaba a él dando saltitos de felicidad mientras se reía, al tenerla en frente le entregó un vaso con jugo de mandarina, tomó su cintura mientras se apoyaba de la mesa a sus espaldas para estar más a su altura viéndola hidratarse. 

     —Gracias—Sina dejó el recipiente a un lado—. Esos niños son maravillosos...me alegra qu-...

     Su frase quedó a medias al momento en que la mano de Sanji viajó hasta su nuca para unir sus bocas en un lento beso, inmediatamente sus labios comenzaron una hermosa danza mientras la chica se empinaba un poco buscando más contacto apoyándose en los hombros del rubio.

     El sabor a mandarina endulzaba un poco más aquella muestra de afecto entre ellos dos, con su pulgar acariciaba la mejilla de la chica, se separaron unos centímetros recuperando el aire que les faltaba y Sanji abrió lentamente sus ojos para admirar a Sina, sus labios estaban entreabiertos con un tono más rosa, humectados por la poca saliva de su tercer beso.

     —Me haces tan feliz, Sina—expresa con amor y los ojos amatista de la chica se abren para verlo—. Te quiero tanto, hermosa bailarina.

     —Y yo a ti, Sanji—corresponde con las mejillas ardiendo pero feliz—. También te quiero, mucho.

     Volviendo a alzarse sobre las puntas de sus pies dejó un casto besito en el labio inferior del rubio derritiéndolo por completo, no había nadie en el mundo que pudiera hacerlo sentir tan querido como Sina, un alma tan bella y un gran corazón que amaba con todas sus fuerzas, lo que la bailarina entregaba no era nada a medias, era puro, Sanji lo sentía con claridad.

     Sina era un ángel iluminando su vida.

★｡+ﾟ☆ -🩰- ☆ﾟ+｡★

     Presionaba sus labios con fuerza intentando que no temblaran mientras sus pestañas se batían con miedo al saber que una de las escopetas de los marines apuntaba a su espalda, sintiendo los dedos de Sanji tomar su mano, de vez en cuando miraba los azules ojos de Koby que le pedían en silencio quedarse quieta a pesar de que Luffy se enfrentaba a su abuelo.

     Después de un rato Garp soltó al chico de goma y empezó a carcajearse, ordenando luego a los marines que bajaran sus armas.

     —¿Qué hacen ahí paradotes?—preguntó el hombre—. Los piratas de Arlong siguen sueltos. Atrápenlos y arréstenlos.

     —¿Qué hacemos con los Sombreros de Paja?—inquiere el capitán Nezumi mientras señalaba con desprecio a los piratas, Garp se hizo el loco—. ¡Arréstelos! ¡Ellos son los criminales!

     Sina estaba a punto de mostrarle su dedo medio pero Zoro bajó con rapidez su mano, el marine cayó inconsciente al suelo después de que Nami lo golpeara en la cabeza con su Bo haciendo a la de cabellos lilas reír con ganas y fue el turno de Sanji para cubrirle la boca ya que no era precisamente el mejor momento.