Capítulo 3: Notas rápidas

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Al día siguiente mi desesperación por verla era grande. Ruby había acaparado mis pensamientos en todo momento, ni siquiera pensaba ya en Ada cuando mi mente solo quería a Bizcochito. Es por eso que sentado en mi habitación se me ocurrió una idea. Gracias a la lengua suelta de la hermana menor de Ada, Amber, supe que Ruby vivía en un piso debajo del mío. Y para satisfacción mía, su habitación quedaba extrañamente abajo que la mía. La suya también era la habitación con balcón.

Lo vi como una obra del destino.

Cogí una lapicera y un papel. Y escribí una nota con una sonrisa feliz al pensar en ella.

"Quieras o no tendrás que hablarme. Planeo comprarte el libro que dices que te debo. Cuando estés lista, búscame. Sabes donde encontrarme, Bizcochito."

Como ella vivía un piso abajo decidí utilizar las escaleras de emergencia las cuales no estaban por gusto, me trepé por ellas y bajé hacia su balcón. Observé con detalle la decoración que ella había hecho aquí. Había colocado plantas con flores de colores moradas en la esquina y una bonita silla reclinable reposaba en la otra. Encima había un libro cerrado, me acerqué a zancadas rápidas para mirar la cubierta. Leí el título en mi mente, riéndome al reconocer aquel libro conocido por todos por ser escandaloso entre las personas sensibles.

No podía creerlo.

Bizcochito era una traviesa al leer el libro y dejarlo allí como si nada, no tenía ni idea de que yo lo había visto. Guardé esa información en mi mente y me fui. Desde aquí podía ver su habitación pero no quería entrometerme más en su privacidad. Todo tenía un límite.

Volví a mi habitación y me estremecí al leer un mensaje en mi celular, lo había dejado sobre mi cama y cuando leí me quedé lívido.

Ada: ¿Por qué te despertaste tan temprano? Hubiéramos pasado un momento juntos antes de que te fueras ;)

No respondí su mensaje. No podía hacerlo cuando otra chica ocupaba mis pensamientos y no era precisamente ella.

Volví a hacer mis cosas pero Ada fue muy insistente en continuar enviándome mensajes. Los ignoré todos para concentrarme en el libro que estaba leyendo.

Mis padres habían salido con Kara a comprar y me llamaron para que almorzáramos con ellos. Como no tenía ningún otro plan accedí, le avisé a Kylan para que se alistara y cuando ambos estábamos saliendo nos encontramos con Bizcochito en el descanso de la escalera mientras ella parecía bajar hacia su piso.

Con una sonrisa boba la miré, consciente de que mi hermano también lo hacía. Era imposible no fijarse en ella, a pesar del disgusto en su mirada al verme, no pude evitar alegrarme. Era seguro que ya había leído mi nota, y si no, estaba a punto de hacerlo. No supe si lo había hecho o no pero me alegré de que no dijera nada frente a Kylan, no quería que mi hermano menor supiera que me gustaba Bizcochito.

Ella parecía querer escapar de allí pero fui rápido y hablé antes que se alejara.

—¡Qué agradable sorpresa encontrarte en mi piso, bizcochito!

Mi hermano a mi lado rio por lo bajo. Era algo extraño en mí ponerle apodos a las chicas, pero este encajaba con ella a la perfección. Me era inevitable llamarla así a pesar de saber su nombre real. Mi hermano a mi lado soltó el aire de golpe cuando ella me miró con sus grandes ojos azules, primero a mí y luego a él, inspeccionándonos—. Te presento a mi hermano. Kylan, ella es...

—Ruby —dijo su nombre con una exclamación antes que yo dijera su apodo.

A mi lado mi hermano tenía una expresión extraña en su rostro.

La chica de abajo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora