Luego de haberle contado la verdad de mi historia con Ada a Ruby, subí a mi apartamento. Ya no podía hacer nada, por lo menos no hoy. Tenía que darle su espacio, la había dañado mucho y nunca me perdonaría por eso, pero era muy egoísta y quería su perdón, quería que todo volviera a ser como antes.
Maldecía el momento en que decidí coquetear con Ada. Aunque no solo era su culpa, sino también mía.
Deseaba retroceder el tiempo y enmendar los errores que había cometido. Me sentía tan mierda que estaba a instantes de pedirle a mi hermano que me golpeara otra vez. Odiaba a ese imbécil por poner sus ojos en mi chica, pero no me vendría mal otro par de golpes de su parte. Aunque no podía culparlo, yo también quedé deslumbrado la primera vez que la vi. Ahí en su balcón, echando un vistazo a nosotros.
No quería que mi hermano la viera primero, quería ser yo en quien se fijara.
Mientras estaba colocándome ropa de dormir, la puerta de nuestro apartamento sonó. Mi hermano Kylan estaba en su habitación, mis padres en la suya y Kara también. Así que fui yo a abrir la puerta.
Al ver a Ada ahí apreté mi mano en el pomo de la puerta tratando de no cerrarla de golpe.
Tenía ojeras en el rostro y estaba más pálida y delgada de lo normal. Me hizo una señal para entrar y yo acepté. Por Dios, íbamos a tener un bebé. No podía ser tan cabrón con ella aunque le hubiera soltado todo a Ruby cuando no tenía el derecho de hacerlo. Me correspondía a mí contarle todo, no a ella, joder.
Cerré la puerta y me volteé, ella se quedó parada a unos metros de mí con los brazos cruzados. El ambiente entre nosotros era incómodo, más aun cuando ella se quedó en silencio por varios segundos antes de hablar.
—Voy a abortar —dijo ella sin mirarme—. Es lo mejor para ambos y aún estoy a tiempo. Es obvio que no quieres tener al bebé y yo menos. —Se limpió las lágrimas que salían de sus ojos—. Somos jóvenes. Tú estás enamorado de alguien más y yo no podría hacerlo sola.
Mi pecho se apretó al oír aquello. Era un tema delicado que no me gustaba opinar porque era cosa de mujeres y lo que hicieran con su cuerpo no era de mi incumbencia.
Si ella quería abortar, yo no era nadie para impedirlo.
—¿Estás segura, Ada? —pregunté con voz ronca. Tenía un nudo de emociones contradictorias en la garganta—. Eso es una decisión apresurada, ¿no?
Ada negó, se tapó el rostro y comenzó a llorar.
—No sé que haré... —hipó entre sollozos incontrolables—. Mis padres me matarán.
Me acerqué a ella poniendo una mano en su hombro, tratando de darle mi apoyo.
—Yo te ayudaré en lo que sea que decidas, Ada. Si quieres el dinero, lo tengo. Si quieres continuar con el embarazo... —Tragué con fuerza—. Estaré contigo. No te dejaré pasar por esto sola. ¿Está bien?
A pesar de que esto era su culpa, no podía dejarla sola. Ella no se había embarazado sola.
Tenía dinero ahorrado gracias a mi trabajo, así que lo que decidiera ese dinero sería para ella
—Está bien. —Enterró su cabeza en mi pecho. Alcé la mano sin saber dónde ponerla. Esto no era lo que quería. Ella no era a quien quería, y aún así debía apoyarla. Pero no la toqué.
Dejé que llorara sobre mí hasta que se apartó, se limpió las lágrimas y salió sin decir nada más.
Aquella noche no pude dormir.
El rostro de Ruby lleno de decepción y dolor me perseguía en mi mente. Ni siquiera pensé en Ada y eso me ponía mucho peor. Estaba volviéndome loco.
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La chica de abajo #2
Teen FictionKem Woods no tiene planes de enamorarse, no después de pasar una reciente ruptura amorosa. Sin embargo el destino caprichoso pondrá a Ruby Graham en su camino. Y luego de ella nada volverá a ser lo mismo su vida. ☽ ☽ ☼ ☾ ☾ Kem Woods tiene una meta e...