capitulo 12

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"¡Aparte de mi sobrina! ¡No lo dejen tocarla! ¡No lo dejen tocarla!" grita un hombre que Edward no conoce, pero conoce al hombre que lo sigue en silla de ruedas, Billy Black

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"¡Aparte de mi sobrina! ¡No lo dejen tocarla! ¡No lo dejen tocarla!" grita un hombre que Edward no conoce, pero conoce al hombre que lo sigue en silla de ruedas, Billy Black.

¿Sobrina?

"Harry, ¿Que estas haciendo?" grito el hombre que mueve la silla de ruedas de Billy. Sus ojos estan calavados en Harry con una mezcla de incredulidad y furia.

Harry apenas le dedicó una mirada de reojo cuando pasó junto a él, y luego sus ojos se posaron en Carlisle, quien estaba examinando a Jessica junto a otros médicos. "¡No la toques, Cullen!".

"¿Qué está pasando?" La madre de Jessica estaba visiblemente alterada al presenciar el extraño comportamiento de su tío. "¿Papá?", preguntó, mirando al hombre de cabello oscuro que minutos antes había dirigido su furia hacia Harry.

Oh, no...

Edward sintió un nudo en el estómago mientras observaba la escena que se desarrollaba ante él.

Billy Black habló con una voz firme y decidida mientras mantenía la mirada fija en Carlisle. "Tenemos un tratado, los tuyos se mantienen alejados de los nuestros", declaró, dejando claro que no estaba dispuesto a negociar.

No... no era posible, no era posible que Jessica...

Pero los pensamientos del Cullen menor se interrumpieron cuando un recuerdo llegó a su mente: la abuela de Jessica, con cabello negro, piel oscura y rasgos nativos muy similares a los de los Quileute.

El padre de la Sra. Stanley intervino con una pregunta urgente, tratando de entender la situación. "¿De qué estás hablando, Billy?"

Billy Black repitió su orden con voz seria y determinada. "Dr. Cullen, suelte a mi sobrina". No era una solicitud, era una orden.

La madre de Jessica se apresuró a intervenir, desesperada. "¡No, no lo hagas! Ayuda a mi hija".

Pero las palabras de Harry se interpusieron. "No, Cullen, deja..."

La indignación inundó al hombre de cabello oscuro, interrumpiendo su argumento. "¿Qué demonios, Harry?", exclamó, furioso por la actitud que su sobrino tenía.

Billy no dudó en expresar su preocupación. "No puedes dejar que ese hombre toque a Jessie", sentenció, dejando claro que no toleraría que se pusiera en peligro a su sobrina.

La mujer alzó la mirada para enfrentar al Dr. Cullen, con cautela y leve desconfianza "¿Por qué no?", preguntó, buscando respuesta

El intento del Black por detener la situación se desvaneció rápidamente. "No puedes, Thania, por favor...", imploró, pero sus palabras no parecieron tener fundamento.

La falta de argumentos provocó que la ira de Thania resurgiera con fuerza. "Si no hay una razón por la que el Dr. Cullen no deba atender a mi hija, entonces no te metas", respondió con voz firme y enojada.

Romeo, Julieta y la chica que arruinó el clichéWhere stories live. Discover now