Jessica quiere a Mike, Mike quiere a Bella, Bella quiere a Edward y sorprendentemente parece que cierto Cullen está interesado en Bella, o al menos eso fue al principio.
Todo cambia, para bien o para mal, nada es permanente.
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Jessica odiaba los silencios incomodos y los tratos silenciosos, los odiaba con cada fibra de su ser, pero cuando estaba molesta preferia hacerlo en silencio que explotar, sabia que si explotaba solo emperoaba las cosas, ya habia aprendido esa leccion, y por ello habia una tension que flotaba en el auto.
"Debes superar a Sam rapidamente, Leah"
La rubia aún ardía de molestia por el comentario que su tío dio esa mañana, pero no fue ella quien confrontó a Harry por sus palabras, sino Leah, como era su derecho, pero eso no disminuyo la molestia que ella sentia por su tio en ese momento.
De repente, el hombre rompió el silencio: "Gracias, por estar ahí para Leah"
Jessica con una mirada seria reflejada en sus ojos, respondió con frialdad. "No tienes que agradecerme por eso. No es como si hubiera hecho gran cosa". Los recuerdos del semblante demacrado de su prima esa mañana resurgieron, si bien Leah estaba un poco mas animada, su prima aun estaba claramente triste. "Todo es culpa de Sam..."
"Sam hizo lo correcto...", Harry intentó justificar, pero sus palabras se desvanecieron en el aire, cuando noto que estaba a punto de decir algo que no debería.
Los ojos de Jessica se clavaron en su tío con incredulidad y rabia. "¿Lo correcto? Tu hija está destrozada y estás defendiendo a Sam", espetó con una intensidad que resonaba en sus palabras y se reflejaba en su rostro.
El hombre carraspeó incómodo, tratando de desviar la mirada de su sobrina. "Hay algunas cosas que no eres capaz de entender, pero lo harás, en algún momento", dijo con una tranquilidad que solo aumentaba la frustración de Jessica.
Ella rió amargamente. "No necesito entender nada. Sam terminó con Leah, ella está destruida, esa es la verdad. Sam arruinó todo."
Jessica aparto su mirada del hombre y prefirio fijar su mirada en el paisaje que se deslizaba más allá de la ventana, intentaba contener la marea de sentimientos que la embargaba. Cada metro que los separaba de la escuela parecía estirarse en un eterno silencio, hasta que finalmente, Harry decidió romper la quietud.
"Jessica, entiendo que estés molesta", comenzó él, eligiendo sus palabras con cautela, "pero hay cosas que no conoces, cosas importantes que Sam no puede controlar pero que aun así necesita hacer."
La respuesta de Jessica fue un suspiro pesado, cargado de desdén. "No me importa lo que Sam necesita hacer, tío. Lo que importa es cómo dejó a Leah. Ella necesita apoyo, no excusas para él."
Harry asintió, pero su expresión denotaba una complicidad que Jessica no estaba dispuesta a aceptar.
Cuando finalmente llegaron a la escuela, Jessica ni siquiera se tomó la molestia de despedirse de su tío. Bajó del auto con una urgencia palpable y se apresuro a ingresar hacia el interior de la escuela.
Sam es un idiota, tio Harry es un idiota, tal vez simplemente todos los hombres sean idiotas...
Ella continuo perdida en sus pensamientos por unos segundos mas, pero, de repente, una sensación familiar la saca de su monologo interno, una mano fría que encuentra la suya con una familiaridad reconfortante.
