Tridente polaco.

Sin sueño.

Más de cinco noches que Kuba no dormía bien. Aquel día se sentía más cansado que otras noches y así se presentó al entrenamiento.

Justo cuando acababa de terminar de leer la biblia, llego Robert Lewandowski estaba totalmente agitado y con cara de preocupación, parecía que recién se había levantado.

-Robert, ¿estás bien?- Se acercó a Kuba.

-Sí, solo...- Robert Lewandowski se sentó y volvió a tomar aire.- No debí haber ido con Marco.

El pobre y frustrado Lewandowski se pasó las manos con mucha desesperación, comenzaron a hablar en polaco.

-¿Paso algo grave?- Kuba puso su mano en la espalda de su compatriota que estaba realmente afligido.

-Lo sabe Kuba, él sabe que me marcho.

-¿Pero cómo? ¿No le has dicho ya?

-No...

-Entonces, ¿qué paso?

-No es el lugar...- Kuba entendió a lo que se refería.

-Es mejor que te prepares o Klopp nos regañara.

-Si, en seguida iré.

-Te espero.

Robert Lewandowski volvió a pasar la mano por su rostro, limpiándose las lágrimas que quería que se confundieran con sudor.

-No, no es necesario Kuba...

-Ven.- Le tendió la mano para que se pusiera de pie y lo aproximo para abrazarlo.- Lewy, tranquilo. Todo saldrá bien.

No respondió a lo que mencionaba pero si oculto su rostro y comenzó de nuevo a sollozar en lo bajito. Kuba no se separó de él hasta que quedo un poco más tranquilo. Robert Lewandowski se cambió deprisa y se lavó el rostro para disimular un poco.

Ambos corrieron, realmente ya era tarde. Lo más probable es que los pusieran a trabajar individualmente o en el peor de los casos en el gimnasio pero Kuba no dejaría a Robert solo.

-Llegan tarde.- Menciono Klopp lo obvio al verlos entrar en la cancha.

-Lo siento Klopp, la culpa ha sido totalmente mía.- Respondió Kuba inmediatamente, desvió la mirada y noto como Reus y Lukasz observaban la situación. El ultimo lucia muy preocupado y el primero sostenía la mirada con Robert y en cuestión de segundos agacho la cabeza y se rio.

-¿Me has escuchado Kuba?

-¿Disculpe?

-Entrenaras individualmente, Lewandowski ve a calentar para que te unas al grupo.

Ninguno de los dos polacos contradijo a Klopp. Kuba vio un momento a Robert que ya no miraba a Reus pero en seguida bajo la cabeza.

Se separaron dirigiéndose al otro costado de la cancha, no le importó, ya tenía la idea que lo iban a poner a trabajar en el gimnasio pero resulto un poco mejor. Sin embargo también esperaba que Robert Lewandowski también estuviera con él. Después hablarían más tranquilamente pero ahora era momento de concentrarse.

Antes de que se terminara el entrenamiento, Klopp le pidió a Kuba verlo, hablaría con todos, el día siguiente viajarían a Munich (para el peor de los males). Era necesario palabras de ánimo a sus jugadores.

-Kuba, ven un momento.- El entrenador ya había terminado de hablar con todos pero quería hablar con el polaco para hablar de algo en específico.

-¿Sucede algo?

-Dímelo tu.- Kuba lo miro un poco extrañado. Espero a que todos por fin se retiraran de la cancha.- Tu esposa hablo conmigo.

-No puede ser...- Embozo una sonrisa.- No es nada de qué preocuparse.