Tridente polaco.

BF4ever

Perder contra el Bayern Munich no es novedad, Götze se acercó a Reus y lo abrazo, si tu preguntas a Lewandowski, él pudo ver un tierno beso depositado en la mejilla del rubio. Todo dolía.

Kuba reviso sus heridas, pudo jugar, solo 45 minutos. Nadie se había dado cuenta de sus heridas, pero al revisar un poco la playera de manga larga, tenía algunas manchas considerables. Los árbitros no se habían percatado.

-Kuba puedes venir, por favor.- dijo Klopp, sacándole un pequeño susto al polaco.

Solo se puso su chamarra y lo siguió. Ambos caminaron cabizbajos por la derrota, y de repente, Klopp se detuvo.

-Entra- Dijo serio el entrenador alemán.

-Pero...- fui ahí donde lo noto- ¿la enfermería?

-Kuba, no soy tonto. Se te volvieron abrir las heridas.

El polaco no pudo discutirle eso, tuvo que hacer caso y esperar a que le revisaran y volvieran a suturar.

Mientras esperaba a que lo atendieran, empezaba a pensar en cómo recomponer la amistad con Lukasz. Le dio vueltas al asunto incluso cuando lo estaban suturando de nuevo.

Al salir, vio a Lukasz, ahí sentado.

-¿Qué haces aquí?- dijo algo sorprendido pues instantes atrás lo había convocado en sus pensamientos.

-Klopp me mando a esperarte.-Lukasz ni siquiera lo miro. Aún estaba dolido.- ¿Nos vamos?

Salieron sin decirse más, Kuba aun tenía que regresar a vestidores, no se había duchado todavía.

-Te veo en el autobús- dijo por ultimo Lukasz.

Justo antes de salir, Kuba lo tomo del hombro para detenerlo. A pesar de que no supo por dónde empezar. Lukasz se dio la vuelta para mirarlo a los ojos.

-Amigo...- Kuba empezó a hablar.

-¿Seguimos siendo amigos?- respondió adolorido.

-Por favor, no fue mi intención herirte. Sigues siendo mi amigo, mi mejor amigo.- de inmediato el semblante de Lukasz cambio y agacho la mirada en lo que Kuba continuaba.- Lo que me has dicho en el hotel es algo que para mí es totalmente raro y nuevo. Tengo que aprender a respetar esos gustos.

-Entonces...-Lukasz levanto la vista- ¿qué estas queriendo decir?

-Que no puedo hacer mucho. Tu estas casado y tienes una hija. Yo igual. Bueno, lo que trato de decir es que yo no puedo darte lo que quieres. Mis valores y mi compromiso son mi prioridad. Sin embargo me siento halagado con lo que me has dicho y ante mi reacción, debo pedirte una disculpa... no debí tratarte con tanta frialdad y...

-No Kuba...-interrumpió de inmediato- Yo cometí el error.

-No, solo hiciste lo que tu corazón dicto. Eres mi mejor amigo y nunca cambiara eso.

Lukasz sonrió levemente, se reponía de la tristeza. Kuba llevo su mano a su nuca y se rasco levemente, comenzaba a ponerse su piel rojiza y el dolor venia.

Los brazos de su amigo se extendieron esperando que él otro polaco aceptara el abrazo, para que sus uñas no se enterraran más en su piel.

Esta vez no dudo ni un segundo y Kuba abrazo fuertemente a Lukasz, in pensar en ninguna tontería. Solo le coloco un beso en su mejilla.

-No puedo hacer más...- le susurro Kuba.

-No hace falta más...

Todavía quedaron abrazados un momento más antes de que Kuba se diera cuenta de que se tenía que duchar para reunirse con los demás. Pero ya era oficial, habían recuperado su amistad.

Al subir al autobús, Kuba noto que Robert estaba solo en un asiento, perdido en su celular y Reus conversando con Kevin G.

Solo faltaban ellos de abordar el autobús para de nuevo irse al hotel. La última noche para que al día siguiente partieran a primera hora en el avión.

Antes de tomar asiento, Lukasz fue donde Lewandowski para decirle algo, Kuba suponía que era para pedirle que volvieran a cambiar de cuarto y por un momento se compadeció de Robert.

Lukasz no sabía que Robert había discutido con Reus la noche anterior. Al parecer es la forma graciosa en que Dios te castiga por no ser sincero.