Prólogo

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Escribía una novela en mi notebook sobre mi pasado y, en particular, cuando lo conocí: el amor más intenso que había tenido en la vida. Pero...

Flashback
El sol alumbraba exageradamente la calle en una llamarada de calor sofocante. Sudaba demasiado mientras sacaba la basura; perdía el aire y el cuerpo me pesaba cada vez más. Todo se desvaneció lentamente ante mis ojos, pero, de pronto, una voz grave me hizo recobrar los sentidos. No podía divisar su rostro correctamente ya que solo lo miré por un segundo antes de caer, pero, para mi sorpresa, me tomó en brazos acunándome dulcemente cual bebe recién nacido. Sigo sin distinguir si los latidos aceleradísimos de mi corazón se deben al casi desvanecimiento o a este chico de ojos color océano.
—¡Con permiso! ¿Se encuentra bien? —Me tocó la frente y sus manos estaban frías.
—N-no -hablé quedita.
Me levantó en brazos, transportándome a un lugar cercano a la sombra. Rebuscó en una bolsa y sacó una bolsita pequeña llena de hielos; acto seguido la frotó por mi cuello y brazos. Me sobresalté al principio, pero recuperé mi temperatura corporal gradualmente. Sus hielos ya estaban derretidos por completo, solo quedaba el agua fría.
Ante todo, él seguía mirándome lleno de preocupación y nunca en mi vida había visto a un hombre igual. Ahora pude fijarme en él. Tiene la piel trigueña y parece asiático. Tragué despacio y me di cuenta de lo seca que tenía la garganta. Mi respiración volvió a descontrolarse junto con mi ritmo cardíaco mientras me miraba fijamente al pasar una y otra vez la bolsa de hielo por ahora mi cuello. Esta me quemaba la piel debido al frio, pero seguía haciéndolo. Era tan amable.
—G-gracias —le dije en un susurro lo primero que se me vino a la mente para romper el hielo. Sentía mi rostro arder aún más. Ante eso, dejó de frotar. Parecía no darse cuenta de que lo observaba hasta ese momento.
—¿Se encuentra mejor? ¿Puede levantarse? —preguntó mientras se alejaba para tenderme la mano.
—S-sí. —Al tomar su mano sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo. Luego añado—: Estoy bien. Muchas gracias.
—No me agradezca, señorita. Hace demasiado calor en estos días, casi me desmayo también si no fuera por lo precavido que soy —levantó la bolsa que tenía en manos anteriormente—. De cualquier manera, puede quedarse con esta.
—¡Ah, m-muchas gracias! Y lo siento mucho.
—¿Por qué?
—Por las molestias
—No fue una molestia, para nada. —Formó una línea con los labios.
Quisiera decirle tanto, pero no podía hacerlo. La lengua se me congeló y el agua fría resbalaba por mis dedos.
—Bueno supongo que ya está bien. Debería irme. —Se encamina a su destino.

Sentí a alguien impulsándome a no dejarle ir. Era yo. No quería que este extraño que se vaya.
—¡Espere, por favor!
—¿Qué pasa? —volteó, impasible.
—¿Cuál es su nombre? —vaciló durante algunos segundos, pero al final dijo —: Kyo. Kyo Myeong Joon.
—Y-yo soy Meredith. Meredith Evans.
—Es un placer conocerla, Meredith.
Fin del flashback

Todo empezó ahí. Desde aquel momento hasta ahora mivida estaba llena de emociones intensas y maravillosas.
—Tengo una gran vida. ¡Quién lo iba a creer! —Diun sorbo lento pero largo a mi café, saboreándolo—.Después de todo lo que paso...
—Llegué, Meredith.
Por fin llegó mi esposo, ¡lo extrañé! Corrí a su encuentro para darle un abrazofuerte.
—¡Cariño!


Esta es la primera novela que escribo. La misma surgió por un sueño que tuve en 2021, pero ahora la publico por fin.

Leo todos sus comentarios y si tienen consejos para darme tambien :).


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Té Monarca (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora