[+18] Así se hace en Portugal [Omegaverse]

1. ¿Quién es el capitán?

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❗Los hechos narrados entre estos carácteres << >> son un flashback, o viaje al pasado. Hago la aclaración ya que muchas personas pueden no darse cuenta, y la historia pierde sentido si no se nota ese detalle

Parece ser lógico pero les recuerdo leer los tags y advertencias de la obra, sobre aviso no hay engaño ☝️
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<<El alfa jamás había sentido tanto miedo en toda su vida, tanta humillación, el orgullo de toda su especie caía hacia el suelo ¿Estaba llorando por un Omega? Más bien, por un lunático, un psicópata sin alma despiadado.

El mar está lleno de mitos, reza para no encontrarte de frente con uno>>

Durante la noche, altamar es de los lugares más oscuros del planeta, la luna llena ofrece una visibilidad caprichosa, pudiendo volver lo cotidiano algo aterrador o de lo más romántico.

El suave movimiento del barco producto de las olas que golpean su estructura mece cariñosamente a la tripulación, una noche tranquila que empieza a aclararse producto del alba.
Ahí, en medio de un nido cálido y sereno, yace desnudo el capitán de la nave, cuyas curvas a la luz del sol naciente se delinean sensualmente, sin pudor, con aquel aroma pecaminoso extendiéndose por su camarote, evidencia de la acalorada noche.
A su lado, su compañero, quien despierta por los rayos de luz que anuncian la llegada de un nuevo día.
El alfa se pone de pie, su largo cabello blanco como la nieve cae un poco caótico por sus hombros desnudos, decorados cuál buen corsario con multitud de tatuajes, vestigio de travesías pasadas.
Adoraba mirar al Omega durmiendo desnudo, de sus actividades favoritas y su forma predilecta de empezar el día, un privilegio con el que había sido bendecido por largos años.
Camina hasta su tocador, tomando un bonito peine de plata, sonriendo cálidamente por los recuerdos que le trae

<< — ¿Sabes? Hoy en la guardia del desembarco fui al mercado del puerto, hay muchas cosas geniales, seda, polvos, joyas. —

La dulce voz del joven resuena en los oídos del alfa, sonriéndole a su pareja con curiosidad.
Les tocaba hacer la guardia del barco en el que estaban esta vez, asegurándose que toda la mercancía que habían robado de otros barcos fuera bajada de la embarcación y vendida lo más rápido posible a mercaderes que ofrecían buen dinero por obtener las novedades sin pagar las costosas tasas del comercio regular.

— ¿Viste algo que te gustara? — La sonrisa que siempre tenía reservada para su compañero se hizo presente, eran de un rango menor dentro de la tripulación, cada moneda que obtuvieron por su "honesto trabajo" terminaba siendo desembolsado en cosas básicas; nada más que ropa y provisiones, lo que pudieran guardar en pequeños bolsos, lo que podían permitirse siendo forasteros errantes.

El más bajito negó con la cabeza, siempre la misma respuesta que agitaba sus densos mechones de cabello castaño, arrugando levemente su naricita y abultando sus gruesos labios pomposos.
El alfa soltó un suspiro leve, siempre la misma respuesta, en el fondo le frustraba bastante no poder permitirse comprar alguna de las cosas que brillaban en los ojos de su pareja cada vez que las veía expuestas en algún mercado, viendo además en su rostro no querer desear esos objetos que no podrían pagar, ser el menor rango entre los viles no era deseable, pero es lo que eran.

— No ví nada que me gustara para mí Jungkook, pero te traje un regalo — La sonrisa amplia que enseña un diente torcido acelera el corazón del alfa, ¿Un regalo? Eso no era posible — Ten, ábrelo. — Dice el más bajito entregándole una caja de color azul zafiro.