[+18] Así se hace en Portugal [Omegaverse]

27. Fraternidad

— Deja de mirarme así — Gruñe con rabia contenida el albino, tratando de limpiar los nudillos heridos de su pareja.

— ¡Tú deja de mirarme así! No me has dicho casi nada y aparte me miras con odio — Chilla el capitán, sintiendo el tacto de la tela húmeda en sus manos ensangrentadas.

— ¡¿Será por qué quizás ahora todo el puto barco sabe que está tu jodido destinado aquí?! — Estalla su ira contenida, lanzando la tela lejos, poniéndose de pie bruscamente — ¡Eso sí es genial Jimin! — Grita alterado sintiendo su respiración errática, empezando a caminar por la habitación para intentar ordenar sus pensamientos.

— Jungkook eso no importa ¿Bien? Ese tipo no me interesa — Intenta excusarse el castaño, soplando un poco sus manos para intentar tranquilizar el ardor de sus heridas.

— ¿No lo entiendes? — Gruñe el alfa sintiendo su pecho agolparse y las lágrimas empezar a llenar sus ojos — A ti te da una vergüenza horrible decir que somos pareja hace 10 años… — Susurra con la emoción a flor de piel, sintiéndose un poco miserable por la oleada de sentimientos confusos que lo asedian con violencia.

— ¡Jungkook no me da vergüenza! Ya deja de creer esa mierda, bien sabes tú que es por seguridad — Gruñe ya hastiado Jimin, poniéndose de pie para intentar hablar de frente con su pareja, pero encontrándose con que este evade su mirada.

— ¡Pero te importó un carajo que la tripulación entera viera tu espectáculo! — Grita herido el albino, volteandose para ver directamente a su novio.

El capitán está pasmado con la reacción del contrario, sabía desde hace tiempo que la situación con Yoongi era realmente incómoda para él, parece ser que ese sentimiento de dolor e incertidumbre volvió a levantarse en su alfa.

— Y-yo… — Hace tiempo que el omega no se quedaba sin palabras, es un talento único de su novio el poder quitarle la razón, hacerle dudar de cierta forma de las cosas.

—¿Qué? ¿Vas a venir a decirme que no es un peligro? ¿Cuál es tu excusa ahora Jimin? — Murmura con velocidad y agresividad el albino, apretando sus propios puños.

— J-jungkook es que… — El cerebro del Omega se ralentizó, como si sus pensamientos estuvieran a un ritmo ridículamente lento y no pudiera encontrar en ese abanico alguna respuesta coherente a las acusaciones de su novio.

— Porque si matan a Yoongi te mueres también ¿No? Ahora todos tienen un arma contra tí — Concluye con veneno el alfa, sintiendo su rostro húmedo mientras se enrojece víctima del ahogo emocional.

El capitán no pudo decir nada frente a eso.

No había dimensionado el calibre de la situación.
Su cabeza no había llegado a esa conclusión todavía y de cierta forma comenzó a sentir miedo de ella.
Se sorprendió al no haber sido capaz de caer en cuenta de eso.

— Por él si estás dispuesto a estar en peligro ¿No? — Murmura el albino con una sonrisa llena de ironía, antes de salir de su camarote con el caos en su mente y corazón.

No le dió tiempo al castaño de rebatir, ni siquiera logra del todo comprender su propia situación, es simplemente impensado para él la sola idea de quedar expuesto.
Es como si no pudiera creerlo.

Se quedó pasmado sentándose en la cama, sintiendo su corazón latir a toda velocidad hasta saturar sus propios oídos con el sonido fuerte de su sangre ser bombeada.
Prisionero de sus propias pasiones, se sentenció a sí mismo con haberse dejado llevar por el calor del momento y haber satisfecho su necesidad imperiosa de vengarse de la desobediencia del pelirrojo.

Y ahora, de alguna forma, vuelve a estar a merced del bailarín sin quererlo.
Por el solo hecho de no haber pensado en ese momento.
Simplemente por haberse sentido ofendido.
Definitivamente Yoongi despierta algo en él que le nubla el juicio hasta tal punto que lo hizo romper su regla más estricta.