23. Motín

412 71 97
                                    

— Mira, Jimin siempre está con pistolas y armas, quizás no se siente tan seguro por sí mismo ¿Qué tal si las robo? Así quedaría desarmado y no podría hacer nada— Divaga con cierto interés el bailarín, causando la risa de su cómplice.

— ¿En serio crees que eso va a funcionar? — Cuestiona con incredulidad el beta, terminando su tejido con una última vuelta, una bonita bufanda.

— ¿Sabes? Podrías ayudarme con ideas en lugar de pensar que todo lo que propongo es estúpido — Gruñe el alfa cruzándose de brazos molesto.

—- Todo lo que propones es estúpido — Afirma directamente Kyungsoo, envolviendo la prenda que acababa de terminar en su cuello.

— ¡¿Lo ves?! No llegaremos a nada con esa actitud — Chilla enfadado el pelirrojo, poniéndose de pie de un salto desde el suelo.

— ¿Qué crees que te hará si se entera que robaste sus armas? — Esa pregunta se sintió como una sentencia para Yoongi, literalmente no tiene una respuesta.

Parece ser un callejón sin salida.

El pelirrojo se retiró frustrado de la habitación, se está quedando sin ideas y el tiempo se agota, cualquier movimiento puede causar abandonar sus sueños para siempre a manos de un psicópata desalmado que a veces es lindo.

Por su parte el capitán terminaba de arreglarse, pronto zarpará rumbo a Europa y debe asegurarse de llevar la mercancía suficiente para cubrir el viaje, obtener ganancias y ahorrar, pues luego de esto tendrá que reparar la nave por el largo trayecto.

Sin embargo, calculando algunos días, faltan semanas para el cumpleaños de Jungkook y ya que habían hablado sobre tener momentos especiales, quiere hacerle un regalo.
Pero en sí, todos sus talentos han sido explotados en función de su musa albino. Así que se propuso buscar algo más exclusivo, algo a lo que el alfa no puede acceder comúnmente y que él en sus destrezas no puede fabricar.

Kyungsoo.

Él cree que nadie se dió cuenta pero siempre está con unos palillos y mucha lana, así que es obvio que esas nuevas prendas que empezó a usar son producto de su propia mano.
Suelta un suspiro y se dirige hasta el camarote de Kai, dónde aún el beta duerme.

Toca la puerta y ve los grandes ojos del pelinegro asomarse, abriendo por completo para poder ponerse firmemente de pie frente al omega.

— Capitán ¿A qué debo su visita? — Consulta con ese aire absolutamente solemne que lo caracteriza.

— No es nada malo Kyungsoo, umh… ¿Puedo pasar? — La timidez no es algo propio en el castaño, sin embargo quiere de alguna forma permear la seriedad del contrario.

— Si, claro — Se mantiene cauteloso, no hasta hace mucho rato el bailarín estaba en su habitación murmurando ideas sobre atentar contra la autoridad que ahora se posa frente a él.

El capitán entra con una sonrisa, sentándose en la cama de su subordinado y mirando la bufanda que ahí hay.

— ¿La hiciste tú? — Murmura maravillado, sin querer tocar la prenda para evitar ser muy invasivo.

— S-si… la terminé hace poco — Confiesa con una repentina vergüenza, pocas personas habían mirado así su trabajo.

— Eres muy talentoso Kyungsoo, realmente es muy bello — Dice el castaño alejando sus manos del accesorio, el cuál no llegó a tocar.

Tras un segundo, el beta siente un poco de incomodidad por ese gesto ¿Quería tocar la bufanda que hizo? Es realmente amable si no va a hacerlo sin permiso.

— Muchas gracias — Responde secamente, recibiendo una mirada sonriente de parte del omega.

— Lamento haberte interrumpido, no me gusta pasar a llevar las cosas ajenas — Curiosa forma de referirse considerando que son piratas, sin embargo el beta logra entender a lo que se refiere.

[+18] Así se hace en Portugal [Omegaverse]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora