Kaigaku y Zenko

Estoy embarazada Parte.2

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Kaigaku —Tú y yo tenemos que hablar imbécil—

Nezko trago grueso y empezó a pedir por su vida inclusive a las deidades que no conocía.

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Kaigaku —Escúchame bien demonio, no se clase de suerte divina tengas para que te hayan perdonado la vida dos veces y hayas sobrevivido a la luz del sol... Pero esa suerte se te acabó, ¡Ahora que llegué yo habras deseado morirte con el puto sol!—

El cazador pelinegro estaba tan furioso que a simple vista se notaba que ningún ser cuerdo se le debería de acercar más de un kilómetro entero.

Nezko se puso tan pálido que casi parecía que se estaba poniendo azul. Tanjiro preocupado y sin entender, se puso delante del más menor sintiendo el sudor frío bajarle por la nuca.

Tanjiro —ay pero que cosas ¿Usted es el hermano de Zenko no? U-un gusto verlo de nuevo... E-eh ¿No le gustaría dejar las amenazas y sentarse a hablar con_—

Kaigaku —¡Escucha imbécil no vine a tener una charla civilizada de mierda! ¡Estoy aquí para interrogar a tu estúpido hermano! y empieza a rezar porque responda bien ¡Porque de lo contrario no podrás hacer nada para evitar que lo mate!—

Tanjiro no tuvo ni tiempo de pensar que responder cuando vio un rayo y sintió una fuerte corriente de aire pasarle por al lado. Un solo segundo tardo en voltear, pero fue muy tarde, ya no había ni rastro de Nezko o Kaigaku.

Al pobre pelirrojo se le aguaron los ojos y dió un pequeño sollozo ya imaginando lo peor...

→⁠→En otro lugar→→

Jigoro —¿Hablas en serio Zenko?—

Zenko —Claro ¿P-por qué no lo estaría?—

Jigoro —*suspiro* muy bien, levántate que tenemos cosas que hacer—

Zenko —o-ok...—

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Nezko —¡¿Qué fue lo que hice?!—

Grito lleno de miedo. Estaban en un claro del bosque relativamente cercano de la aldea de los herreros.

Kaigaku —Me sorprende que tengas las bolas de preguntarme eso, maldito calenturiento—

Nezko —¿C-calenturiento? No sé de qué me habla Kaigaku–san—

—Ah ¿Entonces estás haciéndote el desentendido conmigo?—

—¡No!¡No!¡No!¡Le juro que de verdad no entiendo!—

—Oh muy bien permíteme refrescar tu memoria... Ah sí, mi hermana dijo que lo hiciste con ella en el Distrito Rojo... Dime ¿Le viste cara de puta?¿De fácil?—

—¡C-claro que no Kaigaku–san! ¡Yo jamás sería capaz de ver a Zenko de esa forma! ¡¿Qué se supone que hice para que piense eso?!—

—Pues en palabras de mi hermana "el acto de amor"—

Nezko se sonrojó muchísimo, sacándole una mueca de riguroso odio y furia a Kaigaku.

Kai —Parece que ya te acordaste, dime, ¿Te pareció divertido jugar con mi hermanita?—

—Y-yo ¡Yo no jugué con ella Kaigaku–san! Le juro que lo hice con el corazón y_—

El puño de Kaigaku se elevó en el aire, haciendo retroceder un poco a Nezko (que estaba sentado en el piso), aunque no llego a lanzar el golpe.