Kaigaku y Zenko

¡Es mía!

Au actual

Zenko– 4años
Kaigaku– 7años

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Era un día normal soleado y bonito cuando dos pequeños despertaron con el dulce olor del desayuno de su querido abuelito.

Zenko —Kai! Kai! ¡Abuedito hizo comida! ¡Amos a comer!—

Pero el pelinegro no le hacía caso, el hambre era poderosa pero el sueño lo es más. O lo era hasta que la niña empezó a llorar a mares.

No le quedó de otra que sentarse en la cama (con mucha pereza) a tratar de consolar a la hiperactiva niña.

Kai —ya no llores tonta— Le dió un abrazo a la rubia y está al rato se calmó —¿Vez? No era tan difícil—

Zenko —Kai tengo hambita—

Kai —5minutos más...—

Zenko —¡Kai!—

Kai —está bien...—

/Quiero aclarar que ellos dos duermen en una camita pequeña que tiene rejas. Kaigaku las sabe "abrir" pero Zenko no, así que no puede salir si Kaigaku o el abuelo no la sacan/

El pelinegro ya iba "abrir" la cama cuando llega el abuelo.

Jigoro —Veo que despertaron, mis pequeños—

El mayor les regaló una pequeña sonrisa mientras entraba al cuarto.

Zenko —¡Abuedito!—

La niña estiró sus bracitos hacia el mayor mientras Kaigaku saludaba con la mano y se frotaba un ojito en busca de espantarse el sueño.

Jigoro —¿Cómo estás mi angelita? ¿Dormiste bien?—

Le pregunto dulcemente mientras tomaba a la bebé en brazos.

Zenko —¡Si!—

Jigoro —Me alegro. ¿Y tú pequeño diablo? ¿También dormiste bien?—

El tono paso de ser dulce a ser un poco más burlón pero igual de cariñoso, revolviendo pelo azabache.

Kai —um... Si—

La pereza en él aún era muy notable. Jigoro le dió otra sonrisa y le abrió las rejas de la cama.

Jigoro —Vente dormilón, tienen que cepillarse los dientes y comer. Recuerda que hoy regresas a la escuela y está vez vas con tu hermana—

Zenko —¡Siiiiii! Ya estoy en la escuela de los niños grandes! >D!—

La pequeña alzaba sus bracitos emocionada y tenía una sonrisa radiante al sentirse grande.

Kai —Ajá... Abuelo ¿Qué hay de comer?—

Jigoro —Hice de tu favorito. Udon de huevo, pero no comerás ni un poco si no te cepillas— bajo a la niña al lado de su hermano —Lleva a tu hermana en lo que les preparo un jugo de manzana ¿Si?—

Kai —Um... Está bien. Vamos llorona—

El pelinegro tomo de la mano dejando que prácticamente lo arrastrará al baño. Si bien Kaigaku era el mayor y el responsable era muy perezoso, por lo que su imperativa y dispersa hermana menor la mayoría del tiempo era quien lo hacía hacer las cosas... Y luego era él quien la hacía terminarlas.

Kai —Zenko primero limpia el cepillo

Zenko —¡Pedo quiedo come!—

Kai —Y lo harás, lo prometo pero porfavor limpia el cepillo y ponlo en su sitio—

Zenko —Ño—

Y otras veces él las terminaba por ella.

Kai —Ash, que molesta—

Dijo mientras la veía salir corriendo a la mesa para poder comer su tan ansiado desayuno. Pero cuando él llegó al comedor no pudo evitar reírse de que la niña tenía un gran puchero otros le habían quitado su galleta favorita de la lonchera por no haber limpiado el dichoso cepillo.

Jigoro —Ya sabes Zenko. Si mañana quieres comer tu galletita tendrás que limpiar tu cepillo, no se lo puedes dejar a tu hermano—

Kai —¡Jaja!—

Zenko —¡No te rías Kai!—

Kai —Tu no me mandas 😝—

Zenko —hmp—

Jigoro —ya ya niños, a comer—

Todos desayunaron tranquilos, se vistieron y en el caso de los jóvenes se prepararon para ir a la ✨school✨ y despedirse del abuelo.

Zenko —BUAAAAAA ¡¡ABUEDITO!! ¡¡NO TE VAYAS!!—

Bueno, eso era de esperarse.

Luego de la dramática despedida con el abuelo vino, la dramática despedida con Kaigaku.

El pelinegro se felicita a si mismo de haber tenido el suficiente control para no dejar a su hermana a mitad del pasillo llorando como la propia loca que era.

Fue de esperarse que la mocosa se le pegará como chicle en el primer recreo, y le estuvo huyendo durante todos los quince minutos, lo reconoce, le llegó el arrepentimiento cuando volvió a clase pero bueno no le duró mucho tampoco.

Eso sí, en el segundo recreo cuando estaba listo para disculparse con la niña mientras está le lloraste. Vio que su hermanita en vez de buscarlo estaba comiendo galletas con unos cinco niñitos más de su edad.

Le hirvió la sangre al ver cómo uno de los niños, pelinegro y de puntas naranjas le compartía sus galletitas y... jojo, No señor, el único que podía darle galletitas a espaldas de su abuelo era él.

Se acercó muy molesto hacia los niños, incluso los profesores se preocuparon de que fuese a golpearlos o algo. Todos los pequeños se asustaron menos una.

Zenko —¡Aniki!—

La niña le extendió los brazos al mayor en busca de un abrazo, y este sin una palabra se lo dió, mirando muy desafiante al niño de antes.

Kai —¡Es mía! Hmp—

Y le saco la lengua mientras ponía su cabeza sobre el pelo rubio de su hermana apretando fuertemente los ojos aún con su gesto de molestia. Los niños se pusieron todavía más nerviosos pero los maestros por su lado solo se pusieron a reír.

Mitsuri —¡Kaigaku–kun es muy lindo!

Shinobu —Me huele a hermano mayor protector y celoso~—

Gyomei —Tienes razón Shinobu, creo que el joven Kamado ha obtenido un enemigo jmjm—

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:^ sin corregir

¿Que tal?