Felix un príncipe de Gandwon, quien ha vivido toda su vida odiando Hwang, Hwang Hyunjin es un futuro heredero al trono del gran reino, pero que pasará cuando el heredero tenga que despojarse? Y por "accidente" termine comprometido con la persona que...
Hyunjin caminaba por el gran palacio mientras lo acompañaban dos guardias reales. Ya se había acostumbrado a estar siempre acompañado, pero eso no quitaba que le incomodara. Incluso había momentos en los que no tenía ni un poco de privacidad.
—¡Príncipe Hwang! —gritó un eunuco que pasaba por el lugar bastante apurado, el cual llevaba consigo unos cuantos papeles.
—Príncipe, el rey lo busca— el hombre dio una gran reverencia, por respeto. —¿Mi padre?
Esto le extrañó a Hyunjin, ya que su padre era alguien bastante ocupado y lo veía muy de vez en cuando, incluso meses sin verlo.
—Sí, joven.
Hyunjin solo asintió, y comenzó a caminar hasta el trono del rey, el cual quedaba lejos ya que había que pasar por todo el gran jardín. Aunque esto no le molestaba ya que ese lugar era su favorito de todo el reino. —Era realmente hermoso—
Pasaron por el enorme jardín, el cual contaba con un enorme árbol de manzanas, estaba acompañado de un hermoso pozo. Algo digno de admirar.
El joven y los guardias se pararon frente a unas grandes puertas hechas de puro oro puesto mano, cuando de la nada se escuchó un clic, ambas puertas comenzaron a abrirse para así dar paso al príncipe.
—Rey, ¿a qué se debe este honor? —exclamó con gratitud Hyunjin, mientras hacía una reverencia, cosa que los guardias le siguieron.
—Príncipe, estoy seguro de que usted debe saber que será el heredero al trono, por ser el hermano mayor— respondió el hombre, a lo cual Hyunjin sólo asintió.
—Tengo eso claro, señor.
—Pues bien, aún así sabes que para tomar el trono tienes que casarte.—El hombre estaba bastante decidido con sus palabras. —Padre, creí haberle informado que aún no deseaba casarme.
—No podemos esperar más, Hyunjin.
Hyunjin tragó seco, realmente no quería casarse, no quería estar amarrado a una persona y además era muy joven. —Padre, ¿por qué mejor no lo pen-
—No hay nada que pensar, o consigues a quién desposar o el trono se lo quedará el príncipe Han.
Hyunjin cerró sus ojos con fuerza, eso no era posible, el trono era algo que había querido desde que nació, era algo por lo que había luchado, no dejaría que se lo arrebataran. —No hace falta, padre, conseguiré a alguien.
El rey solo asintió y con su mano señaló hacia la puerta.
Hyunjin salió de la gran habitación mientras maldecía internamente. Estaba realmente enojado, y ahora ¿dónde encontraría a alguien? Además, no quería desposar a cualquier persona, eso no es digno de un príncipe.
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El príncipe Hwang había decidido salir un rato a las afueras del palacio. Quería despejar su mente, así que comenzó a caminar por los puestos de baratijas, hasta que una llamó su atención. Se trataba de una decoración para el cabello. "Si tuviera pareja, estoy seguro de que esto regalaría", habló para sí mismo con una sonrisa de burla. Sin embargo, su risa se detuvo al escuchar una fuerte trompeta que llamó completamente su atención.
