Heredero Al Trono | hyunlix

Gran misión

El pecoso abrió sus ojos lentamente al sentir la luz de la mañana en su rostro y, para variar, el canto de algunas aves, quienes también habían estropeado su sueño. Después bajó su mirada lentamente al sentir una respiración en su pecho.

El príncipe dormía plácidamente en el pecho del rubio, Félix, sin poder controlarse, soltó una pequeña sonrisa al ver el rostro de paz que mostraba. —Realmente lindo —pensó.

Lentamente comenzó a pasar su mano por el largo cabello del chico, acomodando los mechones negros detrás de su oreja.

Pero su lindo momento se vio interrumpido por el mayor, quien ya había abierto los ojos, sorprendiendo a Félix.

—Buenos días, bebé —dijo entre balbuceos y voz ronca el chico. Félix abrió sus ojos con sorpresa y, sin más, terminó golpeando la frente del contrario.

—¡No me digas así!

—¿Por qué? —formuló con un puchero, mientras se pasaba la mano por su frente.

—Es que... —hubo una pausa— me da vergüenza.

Hyunjin enseguida soltó una leve risa de burla— ¿Tú? ¿El príncipe de Gandwon, te da vergüenza hablarme?

—Ya, solo que... Oh, ya es tarde, me tengo que ir. Tenemos clases con el arco y después, según mi madre, debo aprender a montar a caballo —respondió con nerviosismo el menor, mientras intentaba levantarse del agarre del mayor.

—Mmm, espera un rato más —respondió formando un pequeño puchero, cosa que le pareció realmente tierna a Félix, moría por besar esos carnosos labios.

—Hyun, de verdad no quiero problemas con mis madres y la ceremonia será pronto...

Félix estaba por terminar de hablar pero fue detenido por un pequeño piquito entre sus labios.

—¿Y eso, por qué fue?

—Porque quería besarte, nada más.

Félix, sin poder controlarlo, una sonrisa se formó en su cara, y sus mejillas se tornaron de un rojo intenso.

—Estás rojo.

—Bueno... ahora sí nos tenemos que ir —respondió por último el chico, ignorando completamente lo que salió de la boca del heredero.

—¿Seguro que no te quieres quedar? —formuló de forma pícara al ver cómo el menor evadía su pregunta.

—¡Ahh, me llamaron! ¡Mi madre de seguro! —soltó por último el menor para levantarse de la cama, tomando la sábana y tapándose con ella.

—Félix...

El chico enseguida volteó al llamado, y sus ojos se abrieron con sorpresa al ver que había dejado completamente desnudo al príncipe. —Mierda —pensó, ayer no había visto perfectamente su cuerpo, estaba realmente formado.

—Ahh, lo siento es que yo...

—No es nada que no hayas visto antes.

—Lo sé solo que... —sin más, terminó rindiéndose, se acercó al mayor de golpe y dejó un pequeño beso en sus labios, para después ahora sí salir corriendo.

—¡Lo siento!

Hyunjin se había quedado completamente estático, el menor era realmente tierno.

Y para ser sincero, aún no sabía con exactitud lo que había pasado y el aceptar lo que sentía por Félix era cada vez más fácil, aunque daba miedo...