Heredero Al Trono | hyunlix

Epilogo

Su mirada se posó en el actual rey, llenándose de rencor y ganas de venganza, sus pasos cada vez eran más frecuentes, acercándose a su objetivo. La gran llama de su espalda llenaba de humo su paso, y su ropa se manchaba de sangre por la cantidad de guardias que este destrozaba.

—¡Alguien deténgalo! —el rey seguía gritando a los guardias, pero era claro que Hyunjin era mucho más fuerte que estos.

Felix rápidamente intentó escapar, tomando su largo Hanbok entre sus manos, pero el rey lo tomó del brazo y colocó una pequeña navaja en el cuello del pecoso.

Hyunjin detuvo su paso al ver el cuerpo de su amado acorralado, sin ninguna escapatoria, rápidamente cortó el cuello de uno de los guardias e intentaba acercarse cada vez más.

—No se acerque, si lo hace, cortaré el cuello del príncipe. —el hombre seguía posando el arma sobre el cuello.

Hyunjin se llenaba de desesperación, el cuerpo de Félix seguía acorralado, detuvo su paso en medio del gran planchel.

Felix forcejeaba contra el arma, pero para su suerte se vio soltado cuando una flecha pasó justo por el cachete del hombre, cosa que hizo que el hombre soltara un fuerte quejido.

El menor rápidamente tomó uno de los arcos al lado de unos cuantos pergaminos, y rápidamente le disparó a uno de los guardias que se encontraban atrás de Hyunjin. Para después darle una sonrisa al mayor, sonrisa que Hyunjin respondió guiñando un ojo.

El camino cada vez se veía más liberado, pero para su mala suerte el rey ya había tomado su espada y se encontraba acompañado con uno de los samurais.

El samurai rápidamente se tiró sobre Hyunjin, con movimientos rápidos, incluso más rápidos que los del chico. Hyunjin dio un respiro, chocando las puntas de las espadas, pero esta terminó tocando su labio, causándole una herida.

Felix, por otro lado, tenía dos guardias a ambos lados. Como pudo, tiró una flecha en la cabeza de uno, pero al estar tan cerca esa arma no le ayudaba en nada. Se fijó a su alrededor y tomó la primera espada en el piso, terminando clavando el puntiagudo objeto en el pecho del hombre.

Hyunjin sentía que su cuerpo se quemaba, y la fuerza se le iba, era claro que el samurai tenía un nivel de fuerza superior, pero Hyunjin no iba a dejar que eso le afectara. Como pudo, dio una vuelta a la espada y rápidamente se deslizó por el piso, logrando cortar el muslo del hombre.

Felix había logrado acabar con los guardias a su alrededor, pero su cuerpo sintió un escalofrío al ver cómo el rey se encontraba justo al frente suyo, y en sus manos tenía dos espadas.

El pecoso fijó su mirada, siendo lo más rápido y limpio con sus movimientos, logrando hacerle un pequeño corte, pero el hombre terminó golpeando su estómago, causando que el cuerpo del rubio chocara con la pared justo detrás suyo.

El pueblo gritaba de terror al ver la escena, la mayoría de guardias ya había evacuado a las pocas personas que aún quedaban.

Felix se levantó como pudo, pero el hombre ágilmente tomó su cuerpo tirándolo hacia atrás y sin más terminó clavando una de las espadas en el abdomen, formando un charco de sangre.

Hyunjin, con lo poco que podía ver, solo pudo alcanzar a notar el charco de sangre y las espadas clavadas en un cuerpo.

—¡Félix! —Hyunjin, en su desesperación, sin pensarlo mucho, se acercó al samurai y terminó clavando la espada en el pecho, solo viendo cómo este se comenzaba a incendiar.