No necesito un amigo

Cap. 13

-¡Se fue! ¡lord Debling, se fue! -Gritó Hyacinth

-Bien. Buscaré a madre y a Anthony. -Dijo Colin levantándose.

-Yo también quiero ir ¿Puedo? -Preguntó la Vizcondesa Kate.

-Claro. ¡Vamos! -Dijo Colin. Mientras salía del salón, cruzándose con Eloise.

-Tiene que ser ahora, no puedo esperar más. -Dijo Eloise saliendo de la casa.

-Bien, vamos -Dijo Colin.

-No podemos ir ahora -Dijo Kate.

-¿Por qué no? -Preguntó Colin.

-Porque Eloise acaba de entrar a la casa de Penélope. -Respondió Hyacinth.

-Debió ir para solucionar su mal entendido -Dijo lady Violet.

-Seguramente no quería que Penélope fuera tu prometida, estando distanciada de ella -dijo Anthony.

-Pero, tenía que ser justo ahora. -Señaló Colin, mientras tomaba la bandeja de galletas y se sentaba en el sillón.

-Tranquilo, es mejor así. -Dijo lady Violet.

-¿Ya tienes el anillo? -Preguntó Kate.

-Si. -Respondió Colin entregándole la cajita en que lo guardaba.

-Es hermoso -Dijeron Hyacinth y Kate a coro.

-No había visto este anillo antes o lo hubiese reservado para mí. -Dijo Hyacinth.

-Eso es porque no pertenece a las joyas de la familia. Este lo compré cuando viaje a la India. -Respondió Colin.

-Penélope lo va a amar. Le va a encantar. Felicidades Colin -Respondió Kate guardando el anillo y devolviéndole la cajita.

Penélope se limpió sus lágrimas rápidamente. La despedida con lord Debling fue mejor de lo que ella esperaba. Pero, también le dolió por todo lo que vivieron, por todo lo que la hizo sentir y experimentar y por todo lo que le enseñó. Si Penélope estuviera en un cuento, él sería una especie, muy varonil, de hada madrina. Le hizo tener confianza en ella misma y eso es algo por lo que siempre le estará agradecida. Había salido de una conversación muy sentimental con lord Debling y ahora tenía a Eloise esperándola en la sala. No sabía qué tono tendría esa conversación. Y eso le preocupaba.... Mientras iba bajando la escalera pensó "Y si viene a pedirme que no me case con Colin" o peor "y si me viene a amenazar". Debía apurarse, pues cada pensamiento era peor que el anterior.

-El... Eloise -Dijo finalmente Penélope acercándose lentamente.

-Pen -Respondió Eloise.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó intentando parecer calmada.

-Necesito conversar contigo, Pen. ¿Podemos subir a tu habitación? -Preguntó rápidamente.

-Sí, vamos. -Dijo Penélope con temor.

-Tranquila -Dijo Eloise tomándole la mano. -En realidad vine a disculparme. -Le dijo mientras subían la escalera.

Una vez adentro, ambas se disculparon la una con la otra en un lenguaje ininteligible y lloraron abrazadas. Cuando se calmaron, pudieron hablar claramente y disculparse nuevamente, ahora, de una forma entendible, a diferencia de las palabras a medio decir por el llanto que hubo en un inicio.

-En serio Penélope, lo siento muchísimo. No debí esperar tanto tiempo. -Dijo Eloise.

-En serio te pareces mucho a Colin -Dijo Penélope riendo.

-Así que... Colin. Debo decir que no lo vi venir. Lo siento Pen. Tenías razón. Fui muy egoísta en nuestra amistad. De haber puesto más atención, hubiese notado que te gustaba. -Dijo Eloise, sentándose en la cama de Penélope.