Capítulo 35: Día Juntas

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Abrí la boca sorprendida y me acomodé para mirarla

Tomó su ropa interior y la dejó caer intencionalmente para después agacharse sin doblar las rodillas y recogerla. Dios, se veía tan sexy. Se puso la parte de abajo de su ropa interior y luego se giró. Subí lentamente mi mirada hasta sus senos, admirando su perfecto cuerpo frente a mi

— ¿Que estás haciendo? — Pregunté

— Me estoy vistiendo. — Respondió de forma inocente

Tomó un poco de crema de su tocador y empezó a esparcirla por su cuerpo, empezando con las piernas, abdomen, brazos y por último sus senos

Empezó a masajearlos lentamente, esparciendo la crema por estos mientras me miraba. No podía quitar mi vista de ella, crucé mis piernas sintiendo la excitación recorrer mi cuerpo y el palpitar en mi intimidad, mordí mi labio inferior y me levanté dispuesta a acercarme y tocarla pero ella se alejó

— No. — Dijo con una sonrisa

— No puedes hacerme esto.

— Si, si puedo.

Me empujó suavemente del pecho hasta dejarme sentada nuevamente en su cama y se alejó para seguir masajeando sus senos

Sus pezones estaban erectos gracias a sus caricias y empezó a pellizcarlos mientras jadeaba

— Alex...

Me levanté pero ella me volvió a empujar y negó con la cabeza

— Dime, Mal.

— No me hagas esto, déjame tocarte.

— No. — Sonrió y bajó sus manos lentamente por su cuerpo hasta llegar a su intimidad y rozarla sobre la ropa interior

Sentí mi intimidad humedecerse y solté un jadeo, después me levanté en dirección al baño y escuché su risa

— ¿Ya no quieres mirar?

Ahora yo le estaba dando la espalda

— Me estás torturando.

De nuevo rió y yo entré en el baño cerrando la puerta tras de mi

Me quedé un rato esperando que mi excitación bajara hasta que escuché gemidos afuera

Al salir ví a Alex acostada en su cama, aún sin haberse vestido completamente. Una de sus manos estaba metida en su ropa interior dándose placer mientras que la otra mano se aferraba con fuerza a la cobija bajo ella. Tenía los ojos cerrados y mordía con fuerza su labio inferior aunque eso no evitaba que salieran sus gemidos. Su cuerpo sudaba y su respiración estaba agitada además no tenía mucho control sobre sus piernas

La excitación volvió a mi cuerpo, mi intimidad se humedeció de nuevo y de repente sentía mucho calor y está pijama me incomodaba

Ví como su cuerpo empezaba a tener espasmos y su mano iba cada vez más rápido, sus gemidos salían cada vez más fuertes y luego se detuvo y ví como su ropa interior se mojaba con sus fluidos

Detuvo sus movimientos y dejó de morder su labio mientras respiraba con dificultad

Sacó su mano de su ropa interior y ví sus dedos llenos de sus fluidos. Quería lamerlos. Quería besarla. Quería tocarla y hacerla correr otra vez. Relajo el agarre en su otra mano y la subió hasta su frente, en dónde quitó algunos mechones que estaban pegados a ella gracias al sudor

Abrió los ojos y me sonrió al verme, yo me acerque lentamente a ella, esperando que está vez no me alejara y me hice sobre ella

La besé con deseo y desesperación, acaricié su cuerpo con mis manos, subiendo y bajando, recorriendo cada lugar, pellizque sus senos y bajé por su abdomen rasguñando un poco con mis uñas

Nuestro "felices por siempre"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora