El Nene

3.

—Ya te dije que no. No me gusta.

—¡Pero dale, flaco, ninguno te gusta!

Desde hace días habían estado discutiendo lo mismo, retrasando el nacimiento del bebé porque ni siquiera tenía un nombre. "¿Y si uno elige un nombre para niña y el otro para niño?"

—No seas mamón, "Sebastián" parece nombre de mayordomo.

—Y bueno, "Gabriela" también y yo no dije nada.

—¡Le dijiste a Betra que no volviera a opinar!

A penas están con el primero y no han llegado a un acuerdo en dos semanas, ninguna propuesta parece convencer al otro, están en el punto de que se hartaron y es cuando piensan en que es mejor retomar el debate después.

Cada cierto tiempo, luego de la ceremonia en la iglesia y la nueva vida de casado de Juan, una reunión se programaba para ponerse al día con sus amigos del Pueblo Verde.

«en donde nos vemos?» a veces el lugar rotaba.

«niz benoz em mi kasa» esta vez le tocó a Axozer.

Tenían varías cosas de que hablar y Juan tenía mucho de que quejarse. Spreen retuvo a su marido "enojado" antes de que se fuera para despedirse con un beso, el contacto fue recibido y devuelto, su marido lo miró de arriba abajo y se fue, volvería más tarde.

—¡Ya llegó por quién lloraban! ¡Saludenme bien, putos!

La típica fila para saludar con un beso en la mejilla era ya una tradición, excepto Reborn, quien decidió no mencionar el altercado con el oso, por ahora. Todos sacaron su saco de dormir y ofrecieron lo que tuvieran de comida para merendar.

—¿Tú hiciste estas galletas? Ya se nota el afecto maternal, eh.

—Es paternal, baboso.

No faltaba discutir, pero los comentarios sobre quién era el "depredador" y quién era la "presa" avergonzaban a Juan, más cuando Imantado comenzó a hacer preguntas. El Hechicero Supremo ignoró las provocaciones y les contó que todavía no habían elegido un nombre para su bebé.

—¡Ramón! ¡Quiere ponerle Ramón a nuestro bebé! ¡¿Pueden creerlo?!

En el momento que su esposo le dijo eso consideró si compartir la cama era buena idea o si simplemente su amado estaba bromeando, estaba a una risa de dejarlo dormir en la pollería.

—Si nace con picha, ¿Por qué no le ponéis José Antonio, y a chuparla?

—Porque tú tienes el gusto en el culo, Imantado.

—¿No hay manera de saber el género primero?

El libro menciona que el género es aleatorio, simplemente han estado diciendo nombres al azar que les gustaron.

—Si es niño se va a llamar Mateo.

Afirmó el casado, fue una sentencia que ni siquiera su esposo sabía todavía.

—¿Abraham Mateo?

—¿El Profeta te lo sugirió o qué?

—¡Claro que no! No sean pendejos. Nada tiene que ver ese cabrón.

No había visto a ninguno de sus progenitores en semanas, extraño o no, estaba agradecido de no tenerlos sobre él.

—¿Puedo pedirles un favor? Neta, pero neta, no le vayan a decir. No sé lo que podría pasar si se enteraran o qué debería hacer. Quiero que me lo prometan.

Las manos de su amigo estaban entrelazadas en su regazo, pidiendo por su silencio y queriendo convertir la mayor noticia entre sus amigos en su secreto, la delicada relación que el hechicero tenía con sus padres era conocida por todos.