Capitulo 10:Un pecador que paga con la muerte.

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Narra Artemisa.

Desde abajo, podía ver la cara de satisfacción del abuelo, el zumbido de cada pecado empezó a sonar, el llamado de la muerte del pecador, era mas que obvio en esta situación.

Las cuatro lunas con las diez bestias, estaban arrasando con todo el edificio, incluyendo a las personas en ellas.

Podía sentí todo eso, podía ver las sombras de Jin-woo matando a una docena por segundo a las personas.

Beru quien bajo con el abuelo a rastras incluyendo al tío. Ambos fueron lanzados hacia mí, cayendo al suelo, puestos de rodillas.

-Maldita niña- dijo, solo los observe con superioridad.-Eres igual a ti madre. Y abuela.-Hablo tembloroso.-Creen que me dejaré caer te equivoc!!

Le pise la mano con fuerza, donde está llegó a fracturarse y a derramar sangre.-No hables así de mi madre, Crees que no lo se.-Estaba más que enojada.

Había descubierto la verdad, el por qué mis padres tomaron la decisión de huir a Corea del Sur, el por qué el abuelo mato a su esposa lo se todo.

Si no fuera por las pistas que encontré en el diario de Artemisa, las pistas que me entrego el presidente, jamás sabía el verdadero sentido de todo esto.

-Se, por qué estabas tan desesperado en obtener la libertad de tus hija, incluyendo a tu esposa!- saque la espada- Pensabas que al cortarle las alas al canario, no sería capas de revelarse, te equivocas.

Me están preguntando el por qué el hizo eso.

Ya no era necesario preguntar el por qué. Era más que obvio, el poder de obtener lo que la familia de mi abuela podía conseguir. Debido a la aparición de las mazmorras y de los cazadores ese poder se volvió inalcanzable.

-Creíste que al obtener los tres cuerpos de tres descendientes de las sirenas obtendrías la inmortalidad- la espada están apuntando a su garganta.-Pero notaste que era más que imposible, ya que ellas no tenían la voz de la sirena, al verme con tal poder, deseabas encerrarme!

-Maldita! Eras única para el ritual! Si no hubiera muerto el maldito japonés, te tendría en mis manos!- gritaba sus colores, no quería escuchar más.

La muerte de mis padres fue provocada, para obtener el cuerpo de mi madre, mi abuela fue colgada y crucificada. Con el simple hecho de obtener la voz de la sirena.

Y este cuerpo, fue encerrado por dos meses para obtener la voz de la sirena y no fue posible ya que. El cuerpo no estaba completo.

-No moriré! Tendré la inmortalidad y juro que me vengare!- Gritaba cada vez más fuerte.

-Niña insolente!- gritaba el tío lado suyo.-Tu insolente igual a tu madre!

Tome con fuerza la espada, y le corté la cabeza al tío, dejando en shock al abuelo, Beru, empezaba a reír.

Por alguna razón sabía que yo no sería la que mataría al infeliz del abuelo.-Sabes, tenía pensado arruinarte, no pensaba matarte, ya que la muerte era demasiado fácil para ti, pero cambie de opinión, mucho de opinión.- mire al abuelo quien temblaba de miedo.

-Ja ja ja ja ja verás como mis subordinados te matan y- Jin Woo lo callo.

-¿Quiénes?- dijo en burla, el abuelo miro al rededor y ninguna alma humana estaba presente- Todos están muertos.

Un grito de terror de hizo presente, el abuelo no soportaba la idea de que iba morir.-¿Que quieres? Dinero, dama, poder, dime Sung Jin Woo, ayudame! Artemisa por favor! Ayudame no me mates!

-Beru- dijo Jin Woo.

-Me das lástima- me di la vuelta al decir eso. Escuché los paso de Ayato, al verlo, donde tenía a ryu en brazos, sentia un alivio.

Beru, al escuchar la orden de Jin woo no dudo en comerle la cabeza al abuelo, sentía un alivio en mi, más que eso, sentía que el pesar de mis hombros había desaparecido.

-Arte!- dijo Ayato, mire rápidamente a el, y al ver a Ryu, corrí esta ves sin dudarlo. Al tenerlo de nuevo en mis brazos sentía como mi corazón se iba haciendo más pequeño.-Ryu... lo siento.. mamá lo siente.- dije en lagirmas. Al ver sus brazos llenos de moretones, por las cadenas, el como sus ojitos están rojo y hinchados de tantas lágrimas, me partió el corazón.

Tenía que llorar, por qué sabía que el peligro aún no pasaba, ryu tenía fiebre, y debería llevarlo a un hospital, al tratar de caminar, me derrumbe, no por el cansancio, o por qué me sentía patética, sino por qué me no pida moverme.

Sin darme cuenta había caído dormida.

Narrador Omnisciente.

-Arty!- dijo Jin Woo quien atrapó a Artemisa, junto con Ryu, ambos estaban con fiebre.

La batalla había sido fácil y segura, lo que pasaría en adelante serían los medios de comunicación y la Asociación de Cazadores.

Posiblemente, Japón estría envuelto en esto. Ayato quien sabía la razón del porque su hermana menor, tenia un peso en sus hombros era por qué no era su hermana la que estaba cumpliendo una promesa que nunca se atrevió a cumplir.

"Gracias...Artemisa, es mi turno de ayudarte"

Aunque Ayato piense de esa manera, no era tiempo de lamentos o de limpiar el lugar, tenían que salir de allí antes que llegue la asociación, posiblemente ya están bajo sospecha.

Aunque, eso ya es de menos, al ser cazadores de Rango S, no hay problema para ellos, si se trata de la ley, pero la asociación de cazadores no dejaría las cosas así.

Por más que fueran amigos del presidente, nada era fácil. Deberían salir antes que todos lleguen, y así fue.

Se fueron sin que nadie los notará, todos fueron a casa de Ayato, Jin Woo le ordenó a beru que cure las heridas de Ryu, mientras que su madre y hermana, estaban más que aliviadas, por la noticia, se sentían tristes por el simpre hecho de lo que pasó el menor.

Nadie estaba seguro de lo que pasaría, de ahora en adelante, lo que pasara, desataría la ira de Jin woo.

Incluso la ira de Artemisa no es algo que se tome a la ligera.

El Regreso De La Luna ll :Solo leveling.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora