Entraste por la puerta de la sala con una bata azul igual a la mía, un gorrito ocultaba tu cabello que desconocía. Eras bonita, demasiado, no voy a negarlo; eso fue lo primero que pensé. Tus ojos eran grises, tanto que casi no podía distinguirlos. Tus pestañas eran largas y tu nariz un tanto puntiaguda, jamás había visto una tan afilada.
Me sentí extraño al verte, nunca me había gustado ser amigo de las niñas. En mi antiguo colegio mis amigos decían que las niñas no debían juntarse con los niños.
Pero eso no era lo que me incomodaba, lo que me pareció desconcertante fue lo mucho que me gustó tu sonrisa.
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El príncipe que no tuvo su final feliz © ✔️ (M #0)
Historia CortaLos cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día? No tuvo que luchar con dragones ni e...