𝘼𝙪𝙩𝙤𝙧𝙖:miguel-ohara-eater
𝙀𝙢𝙥𝙖𝙧𝙚𝙟𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤: 𝖬𝗂𝗀𝗎𝖾𝗅 𝖮'𝗁𝖺𝗋𝖺
𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖: 𝖲𝖾𝗑𝗈 𝖺𝗀𝗋𝖾𝗌𝗂𝗏𝗈, 𝗆𝗈𝗋𝖽𝖾𝗋, 𝖺𝗋𝖺𝗇̃𝖺𝗋, 𝗅𝖺𝗆𝖾𝗋, 𝗎𝗌𝗈 𝖽𝖾 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾𝗌 𝖽𝖾𝗀𝗋𝖺𝖽𝖺𝗇𝗍𝖾𝗌
12:46 p.m.
Acababas de terminar una misión con Peter B, caminabas por los pasillos del vestíbulo y pasabas junto a un par de miembros con una empanada en la mano.
Entraste en la cafetería, agarraste dos empanadas (una de las cuales ya habías comido para entonces) y la segunda para Miguel.
Miguel y tú nunca habéis hablado realmente desde que os reclutaron por primera vez, pero a veces él entablaba pequeñas conversaciones que os sorprendían teniendo en cuenta que en realidad nunca hablaba con nadie. Entonces pensaste que sería bueno traerle algo de almuerzo ya que está encerrado en su laboratorio como de costumbre.
Bajas por el Sector 4, entras en el ascensor a medida que sube y mantienes tus manos alrededor del contenedor de empanadas, asegurándote de que se mantenga caliente.
Las grandes puertas finalmente se abren cuando llegas a la cima, caminas por el pasillo y pasas por varias máquinas grandes de los proyectos de Miguel, con las luces apagadas como de costumbre.
Cuanto más te acercabas a la parte principal, más fuerte se volvía el zumbido en tu cabeza, tus sentidos de araña hormigueaban pero lo ignorabas, asumiendo que no podía pasar nada.
Pero luego llegas al final del pasillo, que conduce a la parte principal del laboratorio, y ves a Miguel encorvado sobre su escritorio, golpeándose impotente y sin rumbo contra el costado de una mesa.
Su rostro era un desastre sonrojado, mordiéndose el labio inferior con las cejas fruncidas mientras intentaba tener algún tipo de alivio debajo de su traje.
Sus gruñidos y gemidos llenan el laboratorio, mientras muerde el escritorio, jorobando.
Tus ojos se abrieron y un nudo inexplicable se retorció en tu estómago, pero en el buen sentido.
Vas a dar un paso atrás, pero cuando tu talón se despegó del suelo, él ya estaba de pie y mirándote.
"Qué estás haciendo aquí.?" él chasqueó
No sabías qué decir, así que simplemente sostuviste la empanada en el pequeño contenedor de cartón.
"...empanada." murmuraste, con los ojos aún muy abiertos.
Su plataforma ya estaba en el suelo, por lo que estuvo frente a ti en segundos. Sus cejas se juntaron y con cada respiro que tomaba lo dejaba escapar con un pequeño gruñido.