𝘼𝙪𝙩𝙤𝙧𝙖:foli-vora
𝙀𝙢𝙥𝙖𝙧𝙚𝙟𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤: 𝖬𝖺𝗍𝗍 𝖬𝗎𝗋𝖽𝗈𝖼𝗄 × 𝖱𝖾𝖺𝖽𝖾𝗋
𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖𝙨: 𝖲𝖬𝖴𝖳, +18, 𝗌𝖾𝗑𝗈 𝗈𝗋𝖺𝗅 (𝗆), 𝗍𝗋𝖺𝗀𝖺𝗋, 𝗅𝖺 𝗇𝖾𝖼𝖾𝗌𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖽𝖾 𝗍𝖾𝗇𝖾𝗋 𝖺 𝖾𝗌𝗍𝖾 𝗁𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝖽𝖾́𝖻𝗂𝗅 𝗒 𝗅𝗅𝗈𝗋𝗈́𝗇 𝖺 𝗆𝗂 𝖺𝗅𝖼𝖺𝗇𝗓𝖾...
Es tan jodidamente tonto.
Un dolor se acumula rápidamente en tu mandíbula, tu boca se tensa incómodamente cuando su polla desaparece más allá de tus labios. Él golpea el fondo de tu garganta y tú inhalas bruscamente para empujar un poco más, para llevarlo más profundamente, para acercarlo a ese dulce borde con el que habías estado provocándolo.
Luchas contra la incomodidad con entusiasmo, prácticamente aferrándote a cada pequeño gemido y exhalación que sale de sus labios. Siempre suena tan jodidamente lindo, sin aliento por estar perdido en su placer y lleno de elogios por cada centímetro que das con avidez. llevar
Él nunca sabe dónde poner sus manos, y te reirías si no tuvieras su longitud sólida, pesada y palpitante contra tu lengua.
Sus dedos trazan tu mejilla, se deslizan sobre donde tus labios se separan a lo ancho de él, deslizan la saliva que se acumula en las comisuras y se derrama por tu barbilla. Se enrollan alrededor de la parte posterior de tu cabeza y tiemblas por la fuerza que sientes persistiendo detrás de su toque, la tentación de mantenerte firme y joderte con dureza en la boca casi supera su paciencia.
Un día lo romperías. Un día.
Sus manos se mueven de nuevo, y rápidamente se posan sobre las tuyas, donde se extienden a lo largo de la cicatrizada extensión de sus caderas, manteniéndolo en su lugar. Se apresura a entrelazar sus dedos con los tuyos, buscando una atadura física al mundo mientras se ahoga en un vacío interminable de éxtasis.
Un breve sabor a líquido preseminal salado rezuma de la punta de su pene y se hunde en tus papilas gustativas mientras retrocedes lo suficiente para respirar, y tu lengua se arrastra firmemente sobre la suave cabeza antes de frotar suavemente la parte inferior donde sientes su frenillo. , masajeando el lugar una y otra vez-
Él se sobresalta, su estómago tonificado salta ante la sensación y tú gimes débilmente a su alrededor, con los ojos parpadeando mientras él se mete en tu boca. Está cerca. Lo escuchas en la forma en que sus labios forman la súplica de amor, en la forma en que clama impotente a su Dios y ruega por ese pequeño empujón al límite.
Por favor cariño. Sólo un poquito más, j-así, Dios, por favor, sí-
Él estalla en tu lengua con una avalancha de calor espeso y un gemido deliciosamente sucio que hace que tu coño lloroso se apriete por el bajo y obsceno estruendo del mismo, y juras que nunca tendrás suficiente.
Lo tragas todo con entusiasmo, con la lengua recorriéndolo hasta que finalmente comienza a ablandarse en tu boca y sus muslos comienzan a temblar por la sobreestimulación. Te alejas y lo dejas caer de tus labios con un pop bajo antes de darle un beso final en el muslo y ponerte de pie. Vuelves a vestirte, con los dedos entumecidos por su fuerte agarre y lento mientras intentan continuar abotonándote la camisa mientras la luz de la mañana se filtra a través de la ventana.
Jadea en el aire de la habitación, una sonrisa cansada y feliz dibuja en las comisuras de sus labios mientras nada en sus ondas post-orgasmo, "¿Para qué fue eso?"
"Eres tan jodidamente bonito, Matthew."