Bruce pensó que sería una gran idea traer una planta alienígena a la torre. Eso fue hasta que Thor le dijo lo que realmente era y un par de adolescentes decidieron hacer algo estúpido.
Peter encontró la planta y bla, bla, bla, ya sabes el resto.
Pero esta vez intentemos algo un poco diferente...
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Peter sonrió de oreja a oreja cuando ustedes dos entraron al laboratorio. "No puedo creer que haya sido tan fácil".
Te encogiste de hombros, "Sí, me sorprende un poco que Thor haya podido sacarlo del laboratorio tan rápido, pero de todos modos comencemos a buscar este traje antes de que regresen".
Peter tarareó en respuesta, y ustedes dos se separaron para buscar en lados opuestos del laboratorio.
Ustedes dos buscaron en las mesas que llenaban la sala. Era un desastre, especialmente todos los lugares donde había trabajado tu papá. Sonreíste cuando encontraste uno de los últimos proyectos de tu padre, recogiste la pieza de nanotecnología que encontraste y llamaste a Peter. "¡Oye! Pete, creo que tu próximo traje podría incluir algo de nanotecnología". Jugueteaste con la tecnología que tenías en tus manos y te dirigiste hacia el lado que Peter estaba buscando.
Pero te detuviste en seco cuando viste a Peter.
Estaba quieto, como atrapado en trance, mientras miraba fijamente la planta más hermosa que jamás hayas visto.
"¿Qué es eso?" Preguntaste con curiosidad, poniéndote a su lado.
"No sé." Peter respondió simplemente antes de alejarse lentamente para acercarse.
Seguiste su ejemplo y los dos se detuvieron una vez que llegaron a la planta brillante.
"Guau." Exhalaste y observaste cómo luces rosadas parecían brillar a través de los pétalos.
"Sí." Peter estuvo de acuerdo, levantando una mano para rastrear los pétalos.
Era como si ustedes dos estuvieran hipnotizados por la planta, sintiendo que los atraía hacia ella. Fue completamente cautivador.
Te inclinaste, inhalando el olor de las flores, y Peter siguió tus acciones un segundo después.
Tarareaste mientras te llego el olor a menta, chocolate y algo amaderado bailaba a tu alrededor. Mientras el olor que reconociste como el de Peter te envolvió por completo. Ahogándote hasta donde incluso podías saborearlo en tu lengua.
