chiquititas con vos

mi entrada al hogar

*Narra Mariela*

Hoy era el día, hoy por fin me iban a ubicar en un hogar fijo pero debo admitirlo tengo miedo y mucho. No pensé que esto fuera tan difícil pero ¡sí! Lo es, y ¿si no me aceptan? y ¿si envés de sentirme bien me siento peor que antes? O ¿si son malos? Pero bueno siempre hay una primera vez para todo ¿no?

Mientras estaba en una de las oficinas del juzgado viendo por la ventana con un señor del juzgado. tocaron la puerta y una mujer entró, la verdad era muy linda, era una mujer de más o menos veintitantos años, cabello castaño, corto pero lindo y bueno... Como lo dije era linda pero un poco torpe.

X- permiso- dijo la mujer un poco agitada después de abrir la puerta.

Señor del juzgado- ¿tarde otra vez señorita Fraga?- dijo el señor levantándose para extenderle la mano a la castaña.

X- ¡Si! Discúlpeme, no vuelve a pasar- dijo sonriendo y correspondiendo el saludo.

Señor del juzgado- Lo dudo señorita Fraga- contestó el señor- tome asiento- a lo que ella simplemente tomo asiento- bueno Belén, ella es la nueva integrante del hogar- dijo señalando a la ventana donde yo estaba.

- Hola- dije después de escuchar y dar vuelta hacia donde están ellos- me llamo Mariela ¿y vos?- pregunté, aunque estaba nerviosa traté de ser lo más normal posible así que sonreí o bueno lo intenté.

X- hola Mari ¿te puedo llamar así no?- dijo a lo que asentí- bueno Mari, me llamo Belén y soy la directora del hogar rincón de luz- la verdad ese nombre me pareció algo raro para un hogar pero lindo; después se acercó a mi y me extendió la mano a lo que yo con un poco de miedo accedí- no tengás miedo, no va a pasar nada malo- dijo Belén a ver lo temblorosa que estaba y yo bien tonta le sonreí, se nota que es buena muy buena onda la verdad.

Después de eso me quedé en la parte de afuera de la oficina esperando que Belén y el señor del juzgado hicieran todos esos papeles para poder irme con ella. Después de media hora más o menos, Belén salió.

Belén- Bueno, Mariela ¿vamos?- dijo Belén después de salir de la oficina y con una sonrisa en la cara.

- Bueno, pero y ¿mis cosas?-dije después de ver que no traía nada.

Belén- las dejé en la oficina- dijo sonriendo, al parecer nunca se le quitaba la sonrisa pero era muy tierna.

En camino al hogar

Estaba nerviosa y me moría de miedo pero bueno no sé porque tanto miedo ya he estado en distintos hogares y la verdad no es la gran cosa pero en este era distinto, en este me iba a quedar.

Belén- Mariela, Mari, MARIELA- dijo belén alzando la voz al ver que no contestaba y bueno ¿Cómo iba a contestar con lo pensativa que estaba?

- Ah, si decime- dije desviando mi mirada de la ventana del remis hacia ella.

Belén- ¿Te pasa algo?- dijo pero yo lo negué cuando era muy obvio lo que me pasaba.

-¡No! Nada Belén- dije sonriendo.

Belén- tranquila, vas a ver qué te va a gustar el hogar- dijo sonriendo también.

-Y ¿que me queres decir?- pregunté.

Belén- bueno que- dijo antes de ser interrumpida por el remisero.

X-Ya llegamos señoritas- dijo el remisero al frenar el remis.

Belén- justo eso te iba a decir- dijo sonriendo como siempre, al parecer no se cansa pero me gusta.

-¡Ay! Me muero de nervios- dije saliendo del remis- Belén y ¿si no les caigo bien?- pregunté mientras bajaba las cosas del remis.