We Love Flufflytober 2023 [JayVik]🦋

Día 10: Tiara de flores

Cada 5 años el reino de Piltover celebraba un baile tan especial como sagrado, cada joven del reino, campesino, noble y realeza asistían a un baile de máscaras el día de la luna roja para recibir una bendición.

La luna roja era conocida como la luna de los amantes. Cuando la luna estaba en su punto más alto elegía a dos personas, dos personas que no se conocían ni un poco, pero ambas estaban destinadas a estar juntas.

Convirtiéndolos en los amantes más apasionados por sobre el resto. A partir de que se completará su amor la luna roja estaría satisfecha y alimentada. Con ello dejaría su magia fluir y ser depositada en el corazón del reino. Fuente vital de la tierra de Piltover.

Pero para desgracia de este mundo, no habían tenido una pareja de luna roja en más de 4 bailes. Las tierras estaban muriendo, la pobreza sacudía las tierras junto con el hambre. Así que este baile era un evento más que esperado por todo el reino, por lo que ningún joven falto, aun cuan remoto estaba su paradero.

Muchos viajaron durante días solo para asistir a la ceremonia.

Jayce suspiró antes de tomar entre sus manos su máscara. Debían usarlas siguiendo la tradición, pues la luna roja los elegiría sin que conocieran ni siquiera sus rostros. Solo podrían verse hasta después del baile. Jayce al igual que el resto de personas estaba angustiado y temeroso por lo que podría pasar, aquella celebración dejó de ser alegre hace mucho tiempo.

- Querido, es hora - le llamó su madre, quien ya tenía su máscara.

Antes de darse la vuelta se la colocó y siguió a su madre. Las máscaras estaban adornadas al gusto de cada persona. Para ser de la nobleza la máscara de Jayce no parecía ser tan extravagante como el de su madre, que tenía un cisne en ella. Lo único que resaltaba de la suya eran las plumas negras y los detalles dorados. ¿Cómo serían las máscaras de los elegidos? Se preguntó mientras caminaba hacía el salón.

- Es para mi todo un honor el presentar este baile, rogamos a la luna roja para que se apiade de nosotros y nos otorgue su bendición - habló su madre desde el balcón - Así que agradezco con todo mi corazón su presencia, y que nuestras almas estén con los amantes - concluyó.

Jayce que se encontraba a su lado, extendió su mano izquierda un poco hacia arriba, y seguido de él todo el público imitó su movimiento.

En las palmas de todos una llama apareció flotando, de un profundo color azul. La música pronto comenzó y Jayce bajo por las escaleras para unirse al baile con su mano aun levantada para dejar ver la llama azul, la cuál no se apagaria hasta que fueran bañados por la luna roja, solo dos llamas quedarían encendidas y se tornarian de color rojo para indicar a los amantes elegidos.

La reina miraba todo con una amplía sonrisa por detrás de su máscara. Qué más qué alegría era de nerviosismo, no sabía qué es lo que podría pasar si no tenían una pareja este año. No importa qué pareja obtuvieran este año, ella no cometería los errores de su padre.

Hace 15 años tuvieron una pareja de dos chicas, las llamas qué tenían en las manos brillaron como jamás se habían visto. Pero por la rareza de estas no dejaron que la ceremonia se concluyera.

Ambas jóvenes tenían que consumir su amor con un beso luego de un baile bajo la luz de la luna, pero ni siquiera las dejaron bailar. Pues su padre mandó a los guardias para alejar a las jóvenes, al hacerlo sus llamas se apagaron.

La reina suspiró y volvió a mirar hacia arriba. En el salón dónde estaban había por arriba de ellos un domo de cristal por dónde entraría la luz de la luna. Faltaban solo unos minutos para que comenzara el eclipse, tomó el barandal entre sus manos y lo apretó impaciente mirando a la luna y después a los invitados.