Capítulo 7 (Parte 2)

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Sabana-

-¡Sabana! -grita Megan desde la puerta de la casa -. ¿Me pueden dar un aventon hasta mi casa?.

-Si, por supuesto -responde mi madre con una sonrisa.

Corre hacia nosotras.

A pesar de llevar tacones corre increíblemente rápido.

Sube al auto y nos dedica una sonrisa.

-Gracias. Iba a irme con Ian pero se quedará con ver para ayudarlo a limpiar un poco.

-Creo que nosotras también deberíamos quedarnos -propongo mirando a mi madre.

-Me parece que es lo más adecuado -concuerda.

-Ni lo intenten, yo me ofrecí y Linda me mandó a mi casa. Me dijo que no tenía de que preocuparme.

-Supongo que a nosotras nos dirán lo mismo -comenta mi mamá y asiento.

Arranca el auto.

Observó por el retrovisor a Megan ojeando un libro.

-¿Y ese libro? ¿Es de alguna clase? -pregunto.

-No, es un libro de romance que Ian me regaló. Se llama "Cuentos del Olimpo". Me dijo que al leerlo la protagonista era idéntica a mí.

-Wowo, que romántico.

-Un poco, si. Aunque no entiendo el parecido que tenemos, es una historia sobre dioses olímpicos, ¿En qué me puedo parecer a ellos?.

-Quizás la historia de amor que tienen se parece a la de ustedes -comento.

-O quizás la personalidad de la protagonista es como la tuya -dice mi mamá.

-Si, eso también puede ser -concuerdo.

-Quizás sea eso. Imaginen como debe ser tener una historia de amor como la de ellos -observa el libro con mucha curiosidad.

-Tal vez en otra vida -digo mirando a las estrellas.

-Es lindo pensar eso, si, quizás en otra vida -sonrie -. Clarissa, vivo justo aquí.

Mi madre estaciona el auto frente a la casa.

-No se porque pensé que vivías más cerca de Ben -acoto.

-En realidad si vivimos cerca, al menos caminando. Atravesando los jardines llegó a su casa en segundos.

-En auto es que parece largo, entonces.

Megan se baja del auto y se despide de nosotras.

-¡Sabana! Si quieres leer el libro puedo prestarlo cuando lo termine.

-Me encantaría -sonrio.

-Asi puedes leer la historia de Ian y yo en nuestra otra vida.

Suelto una risa.

-Si, está bien.

-Y quédate tranquila, en esa otra vida también somos amigas -me dedica una última sonrisa antes de entrar a su casa.

Es lindo pensar eso. Quién sabe, quizás Ben y yo también estemos juntos en otra vida.

De ser así, deseo que estemos juntos en todas ellas.

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