Sabana-
-¡Mamá! Vamos a comprar el desayuno -aviso caminando hacia la puerta.
-No estoy muy segura de que Clove deba acompañarte -se recuesta en el marco de su puerta mirándonos fijamente.
-Mamá, solo vamos a la esquina. En menos de 30 minutos estaremos aquí otra vez -resto importancia.
Mi madre nos observa con recelo, como si mi argumento no la hubiera convencido ni un poco.
-Vamos rápido, Clarissa. Si nos tardamos más de 10 minutos en volver, podrías ir a buscarnos -propone Clove.
-Y puedes sermonearnos todo el camino de regreso -agrego.
-Esta bien. Y también una de las dos debe llevar su teléfono.
-Claro, por cualquier emergencia -agarro mi teléfono de la encimera.
-Y por si no hay jugo de fresa consultarme los otros sabores -bromea haciéndonos sonreír.
-Ya volvemos, mamá -le sonrió saliendo del departamento.
Caminamos hacia el ascensor, esperamos unos segundos cuando da aviso de su llegada.
-¿Dormiste bien anoche? -pregunta Clove presionando el botón de planta baja.
-Si, caí como piedra.
-Como me quedé a leer hasta tarde quería disculparme si la luz del teléfono te incómodo.
-Para nada, dormir sin interrupciones es uno de mis dones.
Suelta una risa.
-Y cuál es ese libro que te tiene tan pegada -pregunto.
-Se llama "Cuentos del Olimpo" está buenísimo, y el protagonista está igual de bueno que la historia.
-Uff, esos si que me gustan. Cuando lleguemos me lo pasas.
La puerta del ascensor se abren y nos disponemos a nuestro destino.
Clove se observa en los vidrios a nuestro alrededor acomodando su cabello.
Desde que cambió el color de su cabello a sido como si se olvidará todo lo malo de su vida.
Un nuevo color, un nuevo comienzo.
-Te ves bien -digo captando su atención -. Déjate el cabello.
-Lo se, es que aún no me acostumbro.
Doblamos en la esquina y entramos al local.
-Ya sabes que vas a pedir -pregunta Clove viendo el menú.
-Si, nosotras comemos aquí casi todos los fines de semana.
-Perfecto, escoge mi comida también.
-Okay -me dispongo a ordenar.
-Orden 45 -nos llama la cajera.
-Voy -me levanto de la mesa y busco la orden. La recojo y le hago señas a Clove quién se levanta de la mesa.
-No puedo esperar a probar esas delicias -dice emocionada.
-Te vas a volver adicta a ese lugar, vas a ver.
Veo la hora. Aún nos quedan 20 minutos para llegar.
Así mi mamá no se va a preocupar.-Lo bueno es que mientras viva con ustedes voy a tener ese local cerquita.
-Y pronto vas a tener tu habitación, solo falta darle algunos retoques.
-No sabes lo agradecida que estoy de que me hayan recibido en su casa. Fue una sorpresa cuando Clarissa lo propuso, sobre todo después de todo lo que ha hecho mi madre...
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Rumores
Ficção AdolescenteRumores. Desde que somos niños nos enseñan a guardar las apariencias, que la opinión que tengan los demás sobre nosotros mismos nos define y nos forma, que debemos hablar, pensar y comportarnos como todos esperan que lo hagamos. Sin embargo, en algú...