𝑶𝒓𝒈𝒖𝒍𝒍𝒐 𝒉𝒆𝒓𝒊𝒅𝒐

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—¡HAGAMOSLOOOOO!

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—¡HAGAMOSLOOOOO!

¿Qué mierda?

Abrí los ojos de par en par, ni un solo rayo de luz entraba por mi ventana, lo que creo significa que el sol no ha salido.

Dime que no es verdad, no hoy.

—¡ATRAVESEMOS CON DECISIÓN! ¡HASTA UN LEJANO CONFÍN! ¡DIFÍCIL SENDA SIN TEMER!

No, no, no, no, ¡NO!

—¡MIRANDO FIJO SIN DESFALLECER! ¡QUE LOS LATIDOS DE TU CORAZÓN KELLY SEAN POR MI!

Y ni siquiera así va la puta letra.

¡QUE QUEMEN TU PECHO CON ARDOR! ¡AQUEL MAÑANA QUE SE OLVIDÓ! ¡VOLVAMOS TODOS A RECUPERAAAAAAAR!

—¡Son las cuatro de la mañana!— el grito de Ieiri y la casi ruptura de una ventana se mezcló con los crueles y horribles cantos de Satoru— ¡Cierra la puta boca y duérmete!

Lo manda a dormir y parece que no recuerda que le falta la peor parte de la canción, porque si, hay una parte de la canción que— de por si todo lo canta horrible todo— le sale peor como si eso fuera posible.

—¡EN LA BATALLA QUE VA A INICIAAAAAAAAAAAAAR!

Justo de esa parte hablaba.

Y otro azoton de puerta más funcionó como banda sonara a los gritos mañaneros de Satoru. Por si el beso que me robó ayer no fue suficiente motivo para odiarlo, aquí tengo una lista que podría funcionar. Empezando por sus llamadas a estas horas y sus cantos a las siete de la mañana, lo que me es curioso es que ahora haya decidido jodernos a todos desde más temprano.

Ese tipo me da absolutamente igual, lo aborrezco y ni siquiera puedo verlo a la cara.

Después de Joypolis pasamos por un postre y regresamos a la escuela por mi culpa, les dije que me sentía mal y que me dolía el estomago por la comida, lo cual fue mentira porque Ieiri intento revisarme y me rehusé poniendo de pretexto la puñalada que había recibido.

No pude dormir y es injusto que cuando por fin parecía poder conciliar el sueño este tipo haya tenido la brillante idea de jodernos.

Cada vez que cierro los ojos recuerdo ese momento y se me revuelve el estomago, lo odio tanto... odio tanto a ese tipo... ¿a quien quiero engañar? Me odio a mi misma por permitirlo.

Me siento fatal y evitar al dúo no me servirá hoy.

—¡HAGAMOSLOOOOOO!

—¡Espera Nanami!

—¡Déjalo Haibara!— esa fue Ieiri— ¡Yo voy contigo!

Y este es el drama de todas las mañanas, observé mi puerta desde mi cama y empecé una cuenta regresiva mental lista para fingir que si puedo dormir y que no es que no quiera evitarlo como ayer.

𝐀𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐭𝐢 ‖ 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖, 𝑮𝒆𝒕𝒐 𝑺𝒖𝒈𝒖𝒓𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora