Dandelions | MinChan | Adaptación

Quince

"Disminución de la visión ocular. La agudeza visual de Minho ha disminuido un 60%".

Minho salió cojeando de la sala de exámenes, con la voz del médico resonando aún en su cabeza.

"Con el tiempo, si su afección empeora, su visión también puede deteriorarse. En el peor de los casos, podría conducir a la ceguera total".

En cuanto salió de la habitación, su visión borrosa buscó a alguien.

"Chan hyung..." Minho pronunció el nombre, pero no obtuvo respuesta. Entrecerró los ojos, incapaz aún de encontrarla por ninguna parte. Chan había venido con él al hospital.

"Hyung..."

Minho sacó su teléfono móvil para intentar llamar a su novia. Se esforzó mucho por leer la pantalla de su teléfono, pero apenas podía leer la pantalla. Sus dos ojos seguían intentando encontrar un contacto con el nombre 'Chan hyung'.

El número al que intenta llamar no está disponible, inténtelo unos instantes más o pulse uno para dejar un mensaje de voz.

Le llamó muchas veces, pero seguía sin contestar.

RING RING

Sonó su celular, era Jisung.

"¿H-halo? ¿Es Jisung? ¿Dónde está el Sr. Chan?"

"Minho, ¿has terminado tu examen? El Sr. Chan tiene unos asuntos urgentes con la Sra. Sana. Me dijo que te enviara primero a su apartamento en taxi, ¿puedes?"

"Jeongin... ¿dónde está mi hermano?", preguntó Minho, conteniendo las lágrimas para no llorar delante de todos.

"Jeongin sigue conmigo. Te llevaré al apartamento del Sr. Chan, dijo que aún sigues allí".

Colgaron el teléfono. Minho salió cojeando del edificio blanco, guiado únicamente por sus piernas inertes y su mirada borrosa.

"¡Hey! ¡Ten cuidado por donde caminas! ¡Puedes ver!"

Chocó repetidamente contra las paredes, chocó con otros pacientes e incluso estuvo a punto de atropellar a enfermeras y médicos que llevaban equipos importantes.

Su mano, que no se daba cuenta de que se estaba volviendo más delgada, hizo un gesto para pedir un taxi, un viaje de vuelta al apartamento de Chan. Pero sentía una opresión en el pecho que le impedía volver allí.

Cuando subió a uno de los taxis y cerró la puerta del coche, estalló el llanto que había estado conteniendo.

"Señor, por favor... lléveme al puente Hangang", dijo Minho suavemente al taxista entre sollozos.

Durante todo el viaje, se oyeron sollozos procedentes del asiento trasero. Sus manos se frotaban constantemente los ojos, con la esperanza de que al abrirlos su visión volviera a ser clara. Sin embargo, sus nervios visuales ya estaban dañados.

"Hemos llegado, Min..."

Antes de que el conductor terminara de hablar, Minho ya había entregado el dinero e inmediatamente salió corriendo del coche.

El frío viento de la tarde soplaba, cortando aún más cuando Minho chocó contra la barandilla del puente. Su cuerpo inerte se apoyó en la barandilla y sus manos se aferraron con fuerza al pasamanos metálico.

Yo... ¿al final me quedaré ciego? ¿Me quedaré paralítico? Sé que voy a morir, pero... ¿tan pronto ya estoy sintiendo los horribles síntomas del cáncer?