Hasta la última estrella|𝐵𝑖𝑦𝑖𝑛𝑝𝑙𝑎𝑦|©

VI

VI—Un "Perdón" y un "Respóndeme los mensajes,porfavor"

Auron

Dos semanas. Ese es el tiempo que hace desde que fui a comer con la detective que contraté hace ya,y ese es el tiempo en el que Sara ni si quiera mira mis mensajes.

Estuve hablando con la detective respecto a el caso de Clarysse,mi ex esposa. Dijo que probablemente,lo que las personas nombraron como un accidente,quizá no lo era y fue echo adrede. Llevo sin dormir por ello desde que me lo dijo,mi cabeza solo sabe darle vueltas a eso una y otra vez.

«A eso y a que cierta rubia no da señales de vida»

Suspiro y me centro en la carretera. Mi turno a acabado hace poco de veinte minutos y estoy volviendo a casa.

Sigo pensando en mis cosas cuando paso por medio de la floristería donde Sara trabaja.  Me detengo frente a el lugar y entro,detallando lo más que la última vez.

Es un espacio abierto,con flores,muchas flores. La gran mayoría margaritas o Lavanda. Tiene mesas de picnic color blancas con sus respectivas sillas de el mismo color,hay un caminito de grava que lleva directamente a una especie de kiosko donde se encuentra Sara,de espaldas a mi y probablemente preparando algún ramo o algo así.

Biyin

Escucho el sonidito de alguien caminando por la grava. Estoy de espaldas terminando un ramo.

-Un ramo de rosas rojas porfavor. Prometo que esté viene sin denuncia.-Mis alarmas se disparan cuando escucho esa voz.

Me giró hacia el con mi mejor cara de indiferencia.

-¿De cuántas rosas?-Le pregunto con la voz más fría que puedo conseguir

-¿Cuál es el máximo?

-El máximo es un ramo de cien a quinientas rosas.

-El de quinientas rosas,a ser posible.

-Tardara

-Puedo esperar-Y tras eso,se sienta en la mesa de picnic junto a mi tiendita.

«¿Eres consciente de que probablemente el ramo que vas a preparar será para la morena de hace ya?»

Suspiro. Claro que lo se,pero es mi trabajo.

Estoy haciendo el maldito ramo cuando escucho su voz detrás.

-¿Todo bien?-Me pregunta

-Si ¿Porque?

-No has contestado mis mensajes.

-No veo el porque tendría que hacerlo.

-Por educación quizás.

-Claro,la misma educación que has tenido tu al mentirme

-¿De qué hablas?

-¿Ya te encuentras mejor? Porque te vi perfectamente bien en ese restaurante hace dos semanas.-He intentado que no suene a reproché,pero lo ha sonado igualmente.

Su ceño fruncido se cambia a una expresión que no se cómo definir.

-¿Es mi impresión o estás celosa?-Me pregunta dentro de un rato

En realidad,no sé qué me enfada más,si que me haya mentido o que haya ido a comer con otra persona después de decirme que iría conmigo,aunque no le puedo reprochar nada.

«Jode demasiado no poder reprochar nada porque probablemente no siquiera sois amigos»

-No estoy celosa, simplemente,me enfada que me hayas mentido,puedes ir a comer con quien quieras pero si has quedado con otra persona antes,lo mínimo sería que le dijeras la verdad.

Suspira y se sienta en uno de los banquitos que hay frente a la ventana de mi tiendita.

-Entiendo que no debería mentirte,pero es de las cosas que haces sin pensar,un impulso.

-Sigue sin justificar una mentira.

Se pasa las manos por la cara con evidente frustración.

-Escucha, probablemente pienses que estoy con otra persona o algo así..

-...No me debes explicaciones-Le interrumpo

-Pero quiero dártelas,no me eres indiferente,no puedo decir con exactitud que me gustas,pero tampoco que me das igual. Simplemente quiero conocerte más,sin prisas ni nada por el estilo. Te mentí porque si te decía la verdad probablemente pensarías cosas que no son,como lo haces ahora. La chica de la cena no es mi novia,ni mi ligue ni nada por el estilo,es una persona que se dedica a trabajar para mí,es una detective que normalmente me ayuda con el trabajo.

-No se..no sé qué quieres que te diga.

-Quiero que me entiendas-Suspira de nuevo-Piensalo.

Y tras eso,vuelve a su sitio en le mesita de picnic.

Por mi parte,sigo con el ramo el cual termino dentro de un largo tiempo.

Raúl se acerca.

-¿Quieres ponerle alguna nota?-Le pregunto.

Asiente con la cabeza y le doy una hoja en blanco y el sobre.

Escribe en el y guarda la hoja en el sobre. Y lo deja sobre el ramo.

-¿Cuánto es?

-Ciento ochenta y cinco.

Deja varios billetes y me mira.

-Quedate con el cambio y con las rosas,y a ser posible,respóndeme los mensajes,si no es mucho pedir-Y antes de que pueda protestar,ya se está yendo por el caminito de grava.

Recojo el sobre,lo abro y leo lo que pone en la nota.

"Te dije que estás rosas no venían con denuncia,solo con un "Perdón" y un "Respóndeme los mensajes, porfavor" ;)

—Raúl"