Deafening Silence | George Weasley

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❝ Escucha el silencio, tiene mucho que decir ❞ 

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George Weasley perdió una oreja, quitándole el 50% de su capacidad auditiva. Pero después de los traumas de la guerra perdió la mayor parte de su audición. No estaba seguro si su cuerpo simplemente no quería escuchar los ecos de su pasado o si era solo la magia oscura que maldecía su oreja. Sin embargo, el niño comenzó a perder su carácter ruidoso y cada día se volvía más silencioso porque no quería explicarle a la gente por qué no podía oír o por qué tendía a hablar más alto o por qué tenían que repetirle las palabras varias veces.

Fred lo ayudó en todo lo que pudo. Sintió que su gemelo se alejaba de él mientras hablaba con todos mientras George se quedaba detrás de él.

La tienda era el único lugar donde George Weasley hablaba con alguien, era el trabajo de sus sueños y se lo tomaba muy en serio.

El chico ya se había hecho cargo de la caja registradora, recogía el dinero, devolvía el cambio y la única conversación que tenía que mantener era '¡que tengas un buen día!'.

No, George Weasley no dejó de hacer bromas, de hacer nuevos productos ni de ser feliz. Simplemente no hablaba con extraños. Aparte del clan Weasley, Harry, Hermione y Fleur, el gemelo más joven no hablaba con nadie. No se sentía cómodo sin poder escuchar lo que el otro decía o sin poder escucharse a sí mismo.

George había acudido a un curandero para que le revisara los oídos, pero el hombre simplemente se encogió de hombros y lo llamó trauma. Eso es lo que le estaban diciendo a cualquiera que tuviera un problema estos días.

George no estaba triste, pero no era la misma persona que sabía que era hace un año. A veces se miraba al espejo y jugueteaba con su cabello o se ponía un sombrero o cualquier cosa para ocultar ese pequeño agujero que solía ser su oreja. No estaba inseguro acerca de su aspecto, simplemente no le gustaba el recordatorio de que ya casi no podía oír.

Cuando Fred lo vio hacer eso, no le señaló nada a su hermano. En cambio, el niño fue a casa para explicar la situación a sus padres. Por suerte para él, Hermione también estaba allí porque se le ocurrió una idea brillante.

Fred tomó sus orejas extensibles y encantó la parte de la oreja para que pareciera lo más realista e idéntica posible a su oreja.

Hermione lo llamó prótesis, una palabra que Fred no entendió al principio, pero una vez que la niña se lo explicó, saltó de alegría ante la idea.

Fred pasó unas cuatro horas tratando de que pareciera realista y, aunque no era tan real como su oreja, era mejor que un agujero en el costado de la cabeza de George. No, no le devolvería la audición, pero al menos lo haría menos inseguro frente a otras personas.

"¿Qué piensas?" preguntó Fred, sonriendo ampliamente.

"¡Se ve increíble! ¡Gracias Fred!" George estaba extasiado. Fred se rió entre dientes de lo ruidoso que era su gemelo pero no quiso decírselo.

"Sé que no te devolverá la audición, pero pensé que te gustaría."

George definitivamente se sintió mejor con algo formándose en un lado de su cabeza, pero eso no le dio más confianza con otras personas.

Era la fiesta de compromiso de Percy y Audrey. Percy se había armado de valor para pedirle que se casara con él y ella obviamente dijo que sí. Los dos solo se habían conocido aproximadamente un mes antes de la guerra, cuando los tiempos no eran los mejores y fue Audrey quien lo ayudó en los momentos difíciles que Percy estaba pasando con su familia. También lo regañó mucho cuando se portó mal con Molly y se disculpó por él después de la guerra. Habían estado saliendo durante siete meses, pero se amaban y ansiaban hacerlo oficial.