Deafening Silence | George Weasley

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Cariño, cariño, cómo me emociona.
Cariño, cariño, casi me mata

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Había un extraño vértigo que venía con el nombre, George Weasley. La calidez que llegó con el jersey amarillo. La sonrisa que vino con un recuerdo borroso.

Iris se sentía más ella misma que nunca antes de conocer a George. Tal vez fue el hecho de que no insistió en preguntas sobre la guerra o que compartían el mismo dolor y trauma o que simplemente era una gran persona.

Después de su velada con Fred y George en la tienda, Iris empezó a ver mucho más a los gemelos. Como su tienda no estaba muy lejos, podía caminar casualmente cuando estaba aburrida o simplemente necesitaba reírse.

A George se le acabaron los chistes sobre su nombre bastante rápido, pero eso no le impidió enviarle frases para ligar a través de búhos.

Audrey había regresado de sus vacaciones con Percy y estaba bastante contenta con ello. Las chicas decidieron que era hora de ponerse al día y se sentaron en el recientemente renovado Caldero Chorreante, bebiendo chocolate caliente y hablando de todo.

"¡Aún no estoy lista para ir a trabajar!" Audrey gimió.

"¿Cuál es el progreso con Hogwarts?"

"Bueno, dado que la escuela es enorme, la reparación simplemente no sirve. Dado que tenemos tiempo hasta agosto para prepararnos para el año escolar, deberíamos haber terminado con el edificio en junio y esa es una tarea. Es por eso que tengo varios cambios en un día."

"¡Eso es horrible! Debe ser extraño ver a Hogwarts todo destrozado"

"Lo es. Veo lugares aquí y allá y recuerdo tiempos cuando las cosas eran más simples y sólo éramos niños de escuela"

"Parece que fue hace tanto tiempo"

"Lo hace..."

Las dos continuaron conversando sobre la escuela, el trabajo y sus familias cuando fueron interrumpidos por los gemelos Weasley.

"¡Hola Audrey!" Dijeron al unísono.

"¡Fred George! ¡Qué bueno veros aquí!" Les dio a ambos un abrazo.

"¡Y por supuesto, Iris!" La chica los saludó con la mano.

"¿Qué estáis haciendo aquí?" Preguntó Audrey.

"¡Estamos aquí por nuestra querida Iris!" Fred respondió y la mirada de Iris se fijó en él.

"Verás", se sentó, "Cuando ella estuvo con nosotros la semana pasada", Fred le indicó a George que se sentara, "Se nos ocurrió una idea". El gemelo mayor lo había dicho lo suficientemente alto como para que su gemelo menor lo escuchara. Mucha gente en el pub los miró fijamente por alterar su paz, pero a los dos no les importó.

"¿¡Idea!? ¿La semana pasada?" Audrey se volvió hacia Iris, "¿¡Saliste con ellos!?"

Iris simplemente asintió tratando de no sonrojarse demasiado.

"¡Eres una cosita astuta!" Audrey le dirigió una mirada de complicidad e Iris puso los ojos en blanco.

"¡Aquí esta!" George buscó su bolsillo y sacó una pluma ordinaria.

"No te ofendas, George, pero esa es una pluma y tampoco de muy buena calidad", señaló Audrey.

"¡No es sólo una pluma!" Fred se burló.

"¡Esta es una pluma especial! ¡Para Iris!"

Iris miró a los chicos confundida.

"¡Esta pluma escribirá tus pensamientos por sí sola! ¡Así que no necesitas escribir en papel! Ahora debes preguntarte ¿cómo sabrá escribir tus pensamientos y no los de otra persona? ¡Ahí es donde entra Ollivander! Puedes asociar esta pluma a tu varita con un simple amuleto y solo escribirá tus pensamientos. No tienes que sostenerla ni ayudarla." Fred explicó.