The Silver Eyes en Español.

C12 - El adiós.

Todos se quedaron mirando al hombre tirado en el suelo, y Jessica dio un paso hacia atrás involuntariamente. Como si le hubiera leído la mente, John le dijo a Charlie que estaba loco; y ya que parecía que no les iba a decir como escapar, iba a volver a la sala de control para ver si había alguna forma de contactar a la policía mediante el walkie-talkie. Charlie quería acompañarlo, pero le ordenó que se quedará, puesto que tenía que cuidar a Jessica y a Carlton; ella asintió con la cabeza y John salió de la sala.

Clay Burke estaba en su oficina, leyendo reportes de crímenes de esa semana que no tenían mucha importancia. Entonces abrió el cajón inferior de su escritorio y sacó un reporte que lo había estado molestando toda la mañana: "Freddy's" era el título que poseía. Recordó la vez en que se encontraba en el restaurante, donde la alegría había desaparecido cuando la sangre estaba en el suelo. Era el primer asesinato que llegaba su departamento, conformado por 16 personas, y dicho suceso los conmocionó a todos. Abrió la carpeta donde solo había un reporte parcial de lo sucedido, por lo que el resto de la investigación se encontraba en la bodega de almacenamiento. En ese momento, Clay se sintió avergonzado al recordar que le dijo a Charlie que "A veces, los culpables salen con cosas terribles, pero es el precio que pagamos". Agarró su teléfono y preguntó si el oficial Dunn ya había abandonado Freddy Fazbear's Pizza, pero le responden que no se ha reportado. Cortó la llamada antes de que le terminarán de responder y decidió dirigirse a la bodega de almacenamiento para obtener las evidencias sobre las desapariciones en Freddy's. Cuando obtuvo la caja, ahí mismo sacó todas las imágenes, declaraciones de testigos y reportes de los oficiales que estuvieron en escena (el de él incluido). Investigó cada uno de ellos, pero no había nada nuevo; aunque en realidad no había nuevo que encontrar, porque él sabía quién era el culpable. Al principio sospechó de Henry, como casi todo el pueblo; al momento de presentar declaraciones, decía muchas incoherencias, sus palabras no eran claras y para todos era prueba suficiente de que era culpable.

William Afton parecía ser un hombre normal, pero ocultaba un oscuro secreto.

Pero Clay atrasó su arresto e investigó a su socio, William Afton; él fue el responsable que hizo que Freddy's fuera un negocio, como lo había hecho con el local anterior, que fue cerrado por un hecho similar. Era un hombre robusto y tenía una cordialidad que lo hacía parecer el Santa Claus financiero; y él había matado a los niños. No solo Clay lo sabía, sino todo el departamento; había estado presente en cada secuestro, desaparecía brevemente cada vez que un niño también lo hacía, y en su casa se halló partes mecánicas, un traje de conejo amarillo, pilas de revistas llenas de delirante paranoia, y pasajes sobre Henry que iban desde los celos salvajes hasta casi la adoración. Pero no había evidencia que lo inculpara, no había cadáveres y entonces no habían cargos. Después de lo sucedido, William Afton dejó la ciudad y no se supo más de él. Clay agarró una imagen que estaba dentro de la caja: era una foto de Henry y William, sonriendo enfrente de un recién inaugurado Freddy Fazbear's Pizza; todo parecía normal, excepto por el hecho de que uno de ellos es un asesino. Entonces un golpe de reconocimiento le invadió a Clay al ver la cara de William; volvió a poner las evidencias dentro de la caja, a excepción de la fotografía, y salió corriendo de la bodega hasta un gabinete. De allí saco un archivo que contenía los antecedentes de los empleados solicitados por el departamento en los últimos seis meses; comparó la foto que tenía con la de los empleados y lo reconoció, se había vuelto más delgado, pero efectivamente era él. El archivo decía que se llamaba "Dave Miller", pero no cabía duda que se trataba de William Afton. Agarró una vez más el reporte parcial y sacó las fotos que habían allí; y se percató que en cada imagen en donde se veía a los animatrónicos, estos siempre miraban al fotógrafo y una luz brillante siempre provenía de uno de sus ojos. Clay, sorprendido, revisó el resto de las fotografías (en donde dichos animatrónicos no estaban), pero esa luz no volvía a aparecer. Jason abrió sus ojos; le dolía la pierna, pero no era tan grave y eso le permitía moverla. Estaba acostado en algo irregular y se dio cuenta que se trata de una pila de cables y extensiones. Se movió lentamente para no hacer ningún ruido; una cortina se extendía alrededor suyo y se dio cuenta que estaba dentro del escenario de la Pirate's Cove. Podía escuchar ruidos que venían del exterior, pero desde donde estaba, solo veía una sala vacía. De repente, las luces que iluminan el escenario de la Pirate's Cove se encendieron;