La Luz de tus Ojos | Karakai Jōzu no Takagi-san

Capítulo 29: Acorralados

El tiempo pasó demasiado rápido. Concurrieron más de dos semanas desde que nos encontramos con el padre de Takagi por última vez, y eso nos mantenía preocupados. En algún momento tuvo que enterarse de que su hija merodeaba por la zona, ya sea por vecinos, conocidos o incluso profesores. Estoy seguro de que estaba sacando información poco a poco, por eso desde aquél día que nos lo encontramos, fuimos muy cautos a la hora de entrar en casa y nos fijábamos bien en que nadie estuviera observando. De todas formas, me preguntaba cada día si la situación de su padre habría cambiado. Ha pasado un tiempo en el que ha podido reflexionar y asimilar mejor la situación. ¿Habrá cambiado y se disculpará con su hija algún día? ¿O seguirá queriendo usarla de saco de boxeo? Aunque... en estas circunstancias no podíamos jugárnosla y averiguarlo. Y con estas circunstancias no solo me refiero a lo que habéis visto hasta ahora... Me explico.

Takagi sufrió una depresión gradual y no tenía ni idea de como sacarla de ahí. Lo peor sin duda es el cierre interno que tenía ahora mismo. Su asistencia a clase fue muy irregular de nuevo y desde luego eso no ayudaba. Su espíritu de recuperación que apareció desde que nos hicimos pareja se fue desvaneciendo poco a poco. A veces... recuerda mucho a su madre, cosa que es normal, pero yo pensaba que esto iría a mejor... Ella desprendía un miedo psicológico debido a que no se planteaba un futuro de vida. Quiero decir, no sabía cuánto más tiempo tendríamos que estar así y la estaba matando por dentro. Nunca la he preguntado, aunque tal vez debería, pero creía que era hora de acabar con este plan. Aunque claro... ¿Cómo íbamos a hacer eso? No quería volver a ver sufrir a mi novia... No de esa manera. Pero...

Me equivoqué completamente. Tenía que haber escuchado a Takagawa y acabar con esta situación de una vez por todas. A cada día que pasaba la pregunta: "¿Que ocurrirá mañana?" , se plantaba en mi cabeza con muchísimo más empuje. Pero... ya no solo el mañana. ¿Cuándo acabará esta situación y como lo hará? Eso... seguía siendo una incógnita que me hacía dudar de nuestro plan y de si debía acabar.

1 de Abril de 2014

Sábado

—Y... ¿Qué tal llevas inglés, Takagi? Tenemos examen dentro de poco.

—Bueno... No voy mal. Ni si quiera se si iré a examinarme de todas formas.

—N-no digas eso. ¿Por qué? Al menos inténtalo.

—Ya sabes porqué... Nishikata.

Eran las 18:00 y ambos nos encontrábamos sentados en la mesa de la cocina, charlando mientras tomábamos una taza de té. Takagi mostraba otra vez ese rechazo a intentar hacer algo, no era la primera vez. No porque no pudiera o porque supiera que iba a suspender, era simplemente que no se veía capaz de ir a concentrarse y rellenar un papel, como si le faltase energía.

Quedé un poco callado y no quise darle más vueltas al asunto. La última vez que intenté convencerla de que viniera a clase tuvimos una pequeña discusión. Nada demasiado grave pero... decidí darle su espacio y no entrometerme demasiado. Era su novio, no su padre, aunque este último no está tomando su rol correctamente.

—¿Qué planeas hacer hoy?— Pregunté cambiando de tema.

—No había pensado nada.

De nuevo... con un tono desganado. Como si se odiara a sí misma. Se me revolvía el estómago cada vez que denotaba esas expresiones.

—Pues... ¿Te apetece cenar en algún sitio? O podríamos ir al cine a ver la película que tú quieras.— Solté muy antinatural y totalmente planeado.

Ella quedó pensando unos segundos para suspirar después cabizbaja y algo deprimida.

—No lo sé...— Dijo no muy convencida.