Capítulo 18: Vínculo, 2ª Parte

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—D-de todas formas te enseñaré la habitación. Es por... ¡Espera! ¿Has cenado ya?

—Sí, tranquilo, he podido comer algo antes de salir de casa. Pero... ¿Dónde han ido tus padres?

—Ah... Se fueron a Canadá por un par de meses. Es un trabajo temporal pero la paga era buena. Así que... estaré solo durante ese tiempo en casa.

—Ya veo... ¿Podrás ocuparte de todo tú solo? Es un poco extraño que te dejen aquí.

—Claro que puedo... No soy un crío...

La conversación por fin tomaba un rumbo normalizado. A ver cuanto duraba...

—Puedo ayudarte hoy si necesitas algo.

—¡Eh, no, no, no! Eres una invitada. No se me ocurriría...— Dije desviando la mirada.

—Huele un poco raro por allí...

Takagi-san desapareció caminando hacia la cocina. Aún no me explico esa rapidez que tuvo al desplazarse. Salí corriendo desesperado por detrás.

—¡E-espera!

Tarde. Takagi-san ya había entrado al lugar, y me miró muy atrevida.

(Música: Gotoubun no Hanayome OST - Miku's Theme)

—¿A esto lo llamas ocuparte de todo?— Preguntó con un torno burlesco mientras señalaba una desastrosa cocina sin limpiar. Se me complicó el pollo, sí.

—¡Iba a limpiarlo ahora! Maldita sea Takagi-san...— Maldecí mientras cogía una esponja y comenzaba a fregar los platos.

—Déjame ayudarte anda...

—Ni hablar, tengo que hacerlo yo...

Ella no hizo ni caso y con lo que encontró por la sala, barrió el piso con rapidez.

Mientras lo hacía, yo miraba muy fastidiado su acción. Pero... después de dar un gran suspiro, se me fue el santo al cielo y dije mis pensamientos en voz alta.

—Me alegro de que estés mejor.

Takagi-san frenó su limpieza en seco y se giró sorprendida para observar mi espalda mientras yo seguía lavando platos. Como no me había dado cuenta de lo ocurrido, seguí trabajando con el agua y jabón sin presiones.

—Nishikata...— Me nombró levemente emocionada por mi comentario.

Yo me di la vuelta para atender su llamada.

—Dime. ¿Ocurre algo?— Pregunté extrañado al ver su rostro sorprendido.

Ella entendió al instante lo que acababa de pasar. Me conocía demasiado bien y no es la primera vez que pasa algo así. Sencillamente decidió sonreírme y continuó con su labor.

—No es nada. Solo... decirte que te voy ganando. Ya casi voy a terminar.

—¿¡Eh!?

Me introdujo en una competición demasiado rápido y, al no tener tiempo ni para pensar, aceleré la limpieza de los cuencos.

"Maldita sea... No esperaba que se lo fuese a tomar como una carrera... Debo ser rápido... Debo..."

—¡Lo estás haciendo muy bien!— Me animó ella posicionada justo a mi lado, observando mi labor.

—¡Lo sé...! ¿Eh?

Detuve mis brazos y la miré fijamente. Me lo iba a decir... lo tenía claro.

—Nishikata, yo gano.— Me dijo muy pícara.

Miré muy sorprendido su rostro y decidí dar un leve suspiro. Ni si quiera me sonrojé, simplemente terminé de lavar los últimos cubiertos que quedaban.

La Luz de tus Ojos | Karakai Jōzu no Takagi-sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora