Estrella- Dani Ribba
El sol entrando por la ventana me hizo abrir los ojos lentamente. Me quedé mirando el techo de la habitación mientras me lamentaba por anoche no haber cerrado las persianas. Cerré los ojos en un nuevo intento de dormir, pero no pasaron más de 3 segundos cuando los volví a abrir y me incorporé un tanto asustada, la ventana de mi habitación está en la pared de un lado de la cama, no en frente, enseguida empecé a mirar a mis lados tratando de ubicarme, efectivamente, esa no era mi habitación, ni la de Toni. Un sonido proveniente de una cisterna me sobresaltó, seguido a eso, una chica rubia salió de una puerta, la cual supuse que era el baño, y me miró de arriba abajo sin ningún disimulo.
-Buenos días guapa- dijo, yo aproveché para mirarla también, era muy guapa y tenía un cuerpo de escándalo.
-Buenos días... - iba a llamarla por su nombre, pero sinceramente no lo recuerdo, ella lo notó y parece que le hizo gracia porque soltó una leve risa.
-Vaya, ¿tan borracha ibas anoche?- y ahí empezó a cuadrarme todo, -Soy Eva encantada, supongo- le di un leve asentimiento mientras trataba de recordar lo que había pasado la noche anterior.
Toni, como cada sábado estaba tratando de convencerme para salir;
-Venga ya Ruthi, no seas así, ¿vas a dejar que tu pobre amigo salga solo? ¿y si me pasa algo?- exacto, chantaje emocional, el cabrón era muy bueno con eso, hasta tal punto que siempre conseguía que me sintiera mal.
-Toni no empieces a manipularme no voy a salir de fiesta- el seguía mirándome con esa cara de niño bueno que pone cuando quiere conseguir algo, yo me estaba viendo tentada a decirle que si por la pena que me daba, él sabía que cuando se trata de él, mi hermano, era muy difícil que le negara algo, las consecuencias de quererlo tanto supongo.
-Venga ya Ruth, te prometo que será algo de tranquis, nos volvemos pronto y mañana vamos a pasear a algún sitio, venga porfa- "algo de tranquis" no sabía si esa expresión me daba miedo o confianza para salir, pero de alguna forma acepté y ya estábamos por salir hacia nuestro destino.
Fueron pasando las horas, y con ellas las copas y los bailes. Estaba riendo con Toni hasta que dos chicas se nos acercaron, no sé muy bien de lo que estamos hablando, no sé muy bien como acabé en el baño besándome con la rubia, y no sé muy bien como acabamos los cuatro en un taxi yendo a quien sabe dónde.
Después de mi pequeña ensoñación recordando la noche anterior volví al presente, la rubia se había acostado de nuevo en la cama, y ahora miraba su móvil. Me miré rápidamente, bueno, al menos llevaba la ropa interior puesta, podría haber sido peor. Me levanté y comencé a vestirme, la chica llamada Eva levantó su vista del móvil y siguió cada uno de mis movimientos.
-¿No te quieres quedar a desayunar?- me preguntó, cuando vio como recogía mis cosas dispuesta a irme.
-No, muchas gracias- dije lo más amable que pude –oye, ¿de casualidad sabes dónde está mi amigo Toni?- pregunté y a ella se le formó una media sonrisa en el rostro, ¿por qué cada cosa que decía a esta chica le parecía extremadamente gracioso?
-Sí, si se dónde está, pero te lo diré con una condición- la miré expectante a que me dijera esa condición porque me estaba empezando a hartar, mi paciencia un domingo por la mañana no era mucha, y menos con el sueño que tenía –déjame tu número, así podemos volver a quedar, lo pasé muy bien anoche- yo la miré, un poco harta de ella la verdad, no me gustaba compartir mi información personal con las personas con las que pasaba una noche. Aun así, le di mi numero porque si tenía que esperar a que Toni se despertara, se ubicara y se dignara a contestarme el teléfono podía estar esperándolo hasta el día siguiente. –Perfecto- dijo una vez le había apuntado mi número –está en la habitación de al lado con mi mejor amiga- según terminó la frase salí de mi habitación y entré a la contigua a esta.
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Después del amor
Romansa"Creía que no había nada más adictivo que sus ojos, hasta que vi el movimiento de sus caderas, estaba jugando conmigo, o quizás yo solo era una más, quien sabe" Ruth nunca se había enamorado, y pensó fielmente que nunca lo haría, que viviría con su...