Capítulo 4

176 17 4
                                    

Sorry Papi- Bad Bunny

Abrió los ojos cuando me vio la cara, yo me quedé perpleja. Que hacía ella aquí y por qué se sabía mi nombre. Ella ya estaba sentada frente a mi, pero nos pasamos cerca de un minuto (que para mi fue como una hora) sin hablar, simplemente analizando a la otra, hasta que ella volvió a hablar rompiendo así el silencio.

-Ehh....- no sabía muy bien que decir, y a mi el que no tuviera palabras me extrañó más, ella parecía una tipa segura, al menos eso mostraba en el escenario, y sabiendo que se iba a encontrar con una desconocida como lo era yo, ¿por qué su sorpresa tan repentina? -eh, si perdón, soy Thalía encantada- extendió su mano buscando estrechar la mía.

Thalía, entre tantos nombres que mi mente se había querido imaginar, nunca había salido este, pero ahora sabiéndolo, veo que era obvio, su nombre va perfectamente acorde con ella. Esos ojos grises, que ahora parecían tener interrogantes me miraban expectantes a que yo estrechara su mano.

-Eh bueno si yo soy Ruth- estreché su mano cuando recordé que ella ya sabía mi nombre, -osea, tu ya sabías mi nombre pero ya sabes tu dijiste el tuyo pensé que yo debía decir el mío, más bien por respeto, aunque dentro del respeto hay muchos vacíos legales, ¿no crees? Puede que una falta de respeto para ti no lo sea para mí y por ello...- mi voz se fue apagando al darme cuenta de que había empezado a vomitar palabra por palabra sin mucho sentido.

Ella me miraba con una sonrisa burlona y una ceja alzada. Vaya, se ve que el hecho de que esté a punto de desmayarme por los nervios le causa mucha gracia.

-Bueno Ruth que suerte conocerte, cuéntame, ¿siempre das esta charla de respeto a cada persona que conoces?- no perdía esa sonrisa burlona de la cara, y joder me gustaría decir que no, pero la hace muy atractiva, -en fin, aunque me gustaría quedarme más tiempo hablando del respeto creo que ya tendremos otras ocasiones, Toni me comentó...- dejé de escuchar desde que nombró a mi mejor amigo, está claro, alguien va a morir hoy y su nombre empieza por T y acaba en oni, -Ruth, ¿me estás escuchando?

-Eh, discúlpame, me perdí un poco cuando nombraste a Toni, me recordaste una charla pendiente que tengo con él, ¿podrías repetir, por favor?- dije sin mirarla a la cara, me ponían muy nerviosa sus ojos, su cara, su sonrisa, ella en sí.

-No pasa nada mujer, espero que no sea nada grave. Lo que te decía, Toni fue hoy cuando salió de trabajar a la academia de baile donde trabajo- lo voy a matar, -estuvimos hablando de que ambos fueron al evento del otro día, y según me dijo te gustó bastante mi baile junto a mis compañeros- sus compañeros no me gustaron mucho, ¿pero ella? Sí, demasiado, -y me dijo que te encantaría poder ir siempre que tengas hueco a ver alguna clase ya que eres aficionada al baile, pero por tu trabajo no puedes ir. Yo me presté voluntaria a darle a él toda la información, pero insistió mucho en que era mejor que hablara contigo en persona, y por eso estoy aquí.

A ver si me ha quedado claro, la chica con la qué soñé apenas hace una noche, está frente a mí, porque el estúpido de mi mejor amigo se presentó en su trabajo a contarle que yo quería ir a ver alguna de sus clases. Yo aún estaba asimilando la situación, y el tener a semejante mujer, analizando cada uno de mis rasgos no me venía nada bien, menos aún cuando yo no podía ni mirarla a la cara.

-Que buen amigo tengo- dije con una sonrisa fingida, -es que no se le escapa nada de lo que le digo, que feliz me siento de tenerlo en mi vida- la miré fingiendo seguridad, aunque me estaban temblando las piernas, -sí, la verdad que quedé encantada con tu actuación- apoyé los codos en la mesa y me hice hacia adelante, -me pareció que transmitías mucho con tus movimientos- ella imitó mi gesto y me regaló una sonrisa cómplice, okey ahora si me puse nerviosa, -eehhhh, si y pues bueno, obvio si algún día me escapo antes del trabajo me encantaría ir a ver una de las clases, yo bailaba mucho sobre todo de pequeña, ahora solo lo hago cuando voy a fiestas, pero nunca fui a una academia de baile, aunque cuando llegué aquí pensé en apuntarme a la tuya, osea yo no te conocía aún pero me gustaba el plan que tenían, pero al final decidí que no, y oye, ¿no vas a pedir nada para tomar? Si quieres voy yo para que no te levantes- y de nuevo toda mi fingida seguridad se fue a la basura, a mitad de mi gran vómito verbal desvié la mirada de su cara, me estaba intimidando.

Después del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora