Después del amor

Capitulo 8

La bachata- Manuel Turizo

-Ruth, ¿estás bien?- la voz de Andrea me sacó de mi ensoñación, hoy estaba más distraída que nunca, y pensé que almorzar con ella haría que dejara de sobre pensar, pero no fue así.

-Si si Andre, perdóname hoy estoy un poco ida- dije para excusarme, parece que bastó para ella, pues siguió hablando tan normal.

Hoy era jueves, esa era la causa de mi despiste, aunque bueno, desde que la vi por primera ves mi concentración dejó de ser la misma. El caso es que hoy la veía, había conseguido que mi jefa me dejara salir antes para cambiarme y llegar a tiempo. No iba a ir hasta mi casa a cambiarme, no me daba tiempo, así que le pedí de favor a Toni que hablara con sus compañeros para que me dejaran cambiarme en la cafetería, y ellos accedieron. Pero como no, Toni me recogió a la salida de mi trabajo y me acompañó ha cambiarme, y como era de esperar, no fue un trayecto agradable.

-Osea Ruthi, tu imagina que te besa, no, no, no, te desmayas- era la tercera situación que me planteaba ya en lo poco que llevábamos de trayecto, yo lo quería matar, -ay por favor yo necesito ver eso. ¡Ya sé! Mira, yo te llamo, tu te metes el móvil en el bolsillo y así yo me entero del chisme- se para en seco- o bueno, mejor no, imagina que terminan teniendo sexo, sería un trauma para mi porq-

-Toni, cállate de una ves, no ayudas a mi nerviosismo- dije cortando su monólogo y mirándolo mal, a veces me preguntaba que me hacía quererlo tanto.

-Bueno mujer, cálmate, no es para tanto- lo miré mal y se obligó a si mismo a cambiar de tema.

Llegamos a los vestuarios de la cafetería y saqué la ropa que había elegido para hoy, había sido una tarea muy difícil, y aunque me cueste admitirlo, me sirvió mucho la ayuda de Toni, pues el día que él fue a hablar con Thalía para hacerme la encerrona, por la cuál siento que no le he insultado lo suficiente, ella iba saliendo de dar una clase. Según me dijo iba con un top deportivo y un legging, así que yo aproveché esta información para mi outfit. Seguí estas pautas y me puse un conjunto deportivo que me compré cuando quise empezar el gimnasio, conjunto que, lógicamente, aún no había estrenado. Cuando me lo puse miré a Toni impaciente para que me diera su opinión, el levantó la vista del móvil y me miró.

-¿Qué?- me dijo al ver que no dejaba de mirarlo, me señalé el cuerpo para que comprendiera, -aaaahhh, vas muy guapa, a ver gira un momento- lo hice, -si, te hace buen culo, es un outfit correcto para la ocasión- empecé a reír con él, de cierta forma, tenerlo, aunque me pusiera de los nervios muchas veces también me tranquilizaba.

-Bueno, pues si el outfit es correcto me voy- le dije mientras le daba un abrazo.

Él se fue dirección al metro y yo esperé el Uber que había pedido. Una ves llegó le di la dirección, la cuál yo había buscado en Internet desde hacia tiempo, pero que anoche me envió la propia Thalía con un recordatorio de que hoy me esperaba, haciendo que a mi me diera un paro cardiaco.

Eran las seis y veinte cuando llegué, no sabía si entrar o esperar, pero sabiendo que la ansiedad me mataría entré directamente y fui a lo que supuse era la recepción en la cuál había un chico.

-Buenas tardes, buscaba a Thalía- vomité las palabras tan rápido que no sabía si el pobre chico me había entendido, la ansiedad me tenía mal.

-Buenas, está en una clase, ¿usted está bien?- asentí un tanto avergonzada, él en cambio pareció acordarse de algo pues empezó a buscar algo en la mesa, -¿de casualidad te llamas Ruth?- dijo leyendo un papel.

-Eh, si, soy yo.

-Ah Ruth, perfecto, Thalía me dijo que si venías te acompañara hasta la clase- dijo mientras se levantaba, empezó a caminar y yo lo seguí, -te aviso que aún le queda una media hora de clase, pero ella pidió textualmente que te llevara hasta allí y me dijo que te pidiera que la esperaras.