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Dicen que crecer es sinónimo de madurar, pasa el tiempo y me siento más realizada, aunque no creo que ya haya llegado a mi madurez a pesar de ya tener 25 años

Miro hacia el ventanal de mi departamento, los autos pasan y siento como el sol empieza a salir, mis pies descalzos tienen frío y mis escuchó el sonido de la regadera de fondo

Cierro más mi bata de seda y me doy la vuelva al escuchar la puerta del baño abrirse y lo veo ahí, con el cabello húmedo, y una sonrisa como todas las mañanas

—Buenos días, amor —Dijo mientras se acercaba a mi y me daba un beso en los labios

—Buenos días, Mateo —Dije con una sonrisa, cuando me ve siempre sonríe, me ve completamente y que le gusto

—Ire a ver unas cosas a la oficina y vuelvo, veré los últimos detalles para mañana y podemos ir a cenar esta noche, ¿A dónde quieres ir? —Dijo él mientras me abrazaba por la cintura

—A dónde quieras está bien, amor —Dije mientras me ponía de puntitas y le daba un corto beso en los labios

—Okey, creo que iremos a cenar comida italiana, tengo ganas de pasta o de ravioles —Dijo él, le di una cálida sonrisa y lo ví caminar por la habitación buscando su colonia, peine, gel y sus demás cosas para estar listo —Bueno, te veo esta tarde —Dijo antes de darme un beso y salir rápidamente hacia su oficina

Tomé mis cosas de baño y toalla y me adentre a la ducha, deje que el agua tibia me despertará por completo y limpiará cada parte de mi ser

Después de 4 años en New York, mi vida parecía perfecta

Acabe mi carrera en Madrid, y ahora escribo para The Wall Streer Journal, el periódico más importante para New York

Estoy con un hombre maravilloso que me quiere y me respeta, con el que llevo más de 2 años de relación, es un amor completamente, es guapo, lindo, caballeroso y amable, ¿Que más podía pedir?

Tenía una vida muy simple, era del trabajo al departamento, no me hice fan de salir a fiestas, aunque apuesto que si Isabela estuviera conmigo no habría fin de semana que no saliera con ella

En mi estancia aquí, me hice de dos amigas, Emilia y Mechi, fueron amigas de universidad y Emilia trabaja conmigo

Todo normal, solo era una Argentina que vive en Estados Unidos y quiere ser feliz

(...)

—Amor, ya estoy en casa —Dijo la voz de Mateo, salí de la cocina y me acerque a él

—Hola, bebé —Dije mientas me acercaba y le daba un beso en la mejilla

—¿Lista? Muero de hambre —Dijo él con una sonrisita

—Si amor, deja tomo mi saco y vamos —Dije mientras me dirigía a nuestra habitación, tomé mi saco y mi bolso para después irme con él a cenar

Bajamos del edificio y subimos a su Mustang blanco, Mateo condujo hasta el restaurante y cual caballero me abrió la puerta y me tomo la mano

Ambos entramos al restaurante y un mesero nos guío a una mesa, dejo las cartas y después se fue, segundo después volvió y le pedimos nuestra comida

—¿Y ya tienes todo listo? —Dijo él mirándome mientras bebía un poco de vino tinto

—Si amor, ya están todas mis maletas —Dije mientras sonreía y él asintió

—No puedo creer que lleves tres maletas, amor —Dijo él antes de darme una sonrisa —Si llegaras a necesitar más ropa yo podría comprarte —Dijo él y yo negué

—¿Y para que despilfarrar? Ya, no te quejes amor —Dije y él asintió

—¿Y como te sientes? —Dijo él

—Muy ansiosa, llevo mucho tiempo sin ver a papá y a mamá, en verdad los extraño muchísimo —Dije mientras tomaba mi vaso de limonada

—Yo nunca he viajado a Miami, pero en verdad quiero conocer y conocer a tus padres, claro —Dijo Mateo, tiempo después nos trajeron nuestras órdenes y comenzamos a comer, seguimos hablando de nuestro día a día, yo no había ido a trabajar hoy ya que había pedido permiso para el viaje

Después de cenar, Mateo pago y salimos del lugar

—¿Quieres que caminemos un rato? —Dijo él y yo con mi cabeza sonreí, él me dió su brazo para que me enganchará a él y comenzamos a caminar por el jardín de la pequeña plaza, las estrellas estaban más que reluciente y la luna ni de diga más —Siempre te digo que te ves hermosa, pero esta noche opacas a la luna con tu belleza...

Maldita Foto | Peso Pluma x Nicki Nicole | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora