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—No... Yo tampoco —Dijo mi esposa con voz ahogada, dirigí mis dedos al cierre blanco de su vestido y lentamente lo baje, mientras que con mis dedos acariciaba la piel desnuda de su espalda, lentamente baje el vestido hasta quitárselo, dejándola en un par de bragas blancas de encaje, ella se dió la vuelta y me miró directamente a los ojos, lentamente comencé a quitarme el saco y la camisa, dejándola caer a un lado, sus manos se dirigieron al botón de mi pantalón y lo desabrocharon y lo bajaron con lentitud

Terminé de sacarlo al igual que mis zapatos y calcetines, quedando solo en bóxers, me acerque a ella y comencé a besarle las clavículas y cuello, mientras subía y bajaba mis besos, la tomé de los muslos y la cargue hasta la cama, dejándola delicadamente sobre los pétalos de rosas

Sus manos se pasaban por toda mi espalda, acariciaban mi cuello e incluso se enredaban en mi cabello

Comencé a besar su pecho hasta llegar a sus senos, con mis labios tomé la punta de uno y lamí, chupe y mordí levemente, ella dejaba salir suspiros entrecortados, después repetí la misma acción con su otro seno, haciendo que ella se retorciera del placer

—Aaah, ¡Hassan! —Dijo ella cuando hacia pequeños círculos sobre su pecho con mi lengua, lentamente baje mis besos a su abdomen, me coloque al borde de la cama, justo frente a ella, le tome el tobillo y subí con mis besos hasta su pelvis, repetí el mismo proceso con su otra pierna, mire como ella estaba tan ansiosa como yo, sus bragas estaban humedas y su espalda se arqueaba, dirigí mis dedos al elástico de las bragas de ella y las bajé con mucha lentitud, torturandola

—Tranquila amor, yo calmaré tus ansias –subí por medio de besos por su cuerpo hasta llegar a su boca, la besé con fuerza, pasión y mucho amor, el beso se sentía caliente y pasional, fue entonces cuando sentí como ella me empujaba y me hacia quedar bajo ella

—Ahora es mi turno —Dijo ella con una sonrisa pícara, se sentó sobre mi boxer, sentí como su humedad traspasaba la tela y podía sentir, ella comencé a bajar sus labios por mi mandíbula, por mi cuello, por mi pecho, abdomen hasta llegar a mi pelvis, ella sin perder más el tiempo bajo mi boxer con rapidez, su suave y delicada mano acariciaron mi miembro semi-erecto, arrancándome un suspiro

Ella sonrió y comenzó a frotar mi miembro, su mano se sentía como una suave tela de seda que me cubría, la temperatura comenzó a subir y sentí como me ponía duro

Fue entonces cuando sentí la calidez cubrirme, ella había metido mi miembro en su boca, le daba lamidas a todo el tronco y chupaba la punta de esté, sentí como mi cabeza iba a explotar, tantas sensaciones electrizantes

Ella aumento la velocidad de sus movimientos y cuando sentí que estaba apunto de llegar, la detuve, ella me miró confundida, pero sin explicar nada, la tomé del brazo jalandola hacia mi, la pegue sobre mi pecho y sus piernas a mis costados, me hundí lentamente en ella, haciendo que cerrara sus ojos y soltará un suspiro de alivio

—Quiero acabar así —Dije cerca de su oído, lentamente me levanté y me senté sobre la cama, teniendo aún sujeta a mi mujer, quedando sentada sobre mi, devore su boca hasta que nuestros labios ya picaban, lentamente comenzó a mover sus caderas, hasta arriba y hacia abajo, sentí su suave y tersa piel

El olor que ella desprendía me era embriagante, besé su cuello y dejé dos marcas miradas en esté, ella comenzó a subir la velocidad de sus movimientos

Me hundía con tanto placer, era algo inexplicable, parecía mágico que no podía siquiera parar
Ella se aferraban a mis hombros y yo a su cintura, mi mirada no se despegaba de su rostro, sus ojos cerrados por el placer y sus labios entreabiertos dejando salir los gemidos

Aumente la velocidad, pero ahora volví a recostarme, la sujete y comencé a mover mi pelvis hacia arriba, ella gemía con fuerza y me abrazaba por el cuello, hasta que después de unos segundos la vi arquearse y gritar mi nombre, indicando que ella ya había alcanzado el climax
Yo aumente más la velocidad, la apretaba más contra mi, hasta que yo también llegué a mi climax, corriendome dentro

Ella tenía su cabeza enterrada en mi cuello, su respiración trataba de regularse, tomé la sábana que estaba por caerse y con esa nos cubrimos, ella se abrazó a mi y me miró a los ojos

—Eres el mejor hombre de todo el mundo —Dijo ella antes de darme un corto beso

—Y tu la mejor mujer que alguien podría desear, mi amor...

Maldita Foto | Peso Pluma x Nicki Nicole | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora